La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) y el Colegio de Médicos de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, firmaron ayer un nuevo protocolo sobre agresiones a médicos del servicio público, que facilitará que las agresiones físicas o de intimidación grave a facultativos de Osakidetza, sean tipificadas como «delito de atentado a funcionario público en ejercicio de sus funciones», en vez de ser consideradas como faltas.

Esta medida podría suponer penas de hasta tres años de cárcel y no la imposición de «sanciones leves», como ocurría hasta ahora. Según la fiscal-jefe del TSJPV, María Angeles Montes, y el presidente del Consejo Vasco de Colegios de Médicos, Kepa Urigoitia, la denuncia por este tipo de hechos se tramitará a través del Colegio Médico, que la dirigirá a la Fiscalía o al Juzgado pertinente, remarcando el caracter de funcionario público del agredido.

Urigoitia destacó que, con esta medida, se pretende que «la sociedad, en general, y los agresores, en particular, vean que el empleo de la violencia contra los médicos les resultará siempre estéril y, además, será perseguido con todas las armas de que se dispone en un estado de derecho». Añadió que también va a servir para que «los facultativos médicos sientan el respaldo de sus colegios profesionales y de la justicia ante este tipo de situaciones» y para que «se favorezca el establecimiento de un registro de agresiones más fiable que los actuales, lo que redundará en su mejor seguimiento, evaluación y aplicación de medidas correctoras».

El protocolo tendrá la consideración de «experiencia piloto», será objeto de seguimiento y valoración, y contempla que el parte de lesiones que emite el médico que atiende a su compañero de profesión agredido, «que hasta ahora se enviaba al juzgado», se remita al Colegio Médico correspondiente.

Anonimato

El agredido tramitará la denuncia en el propio Colegio de Médicos y se podrá establecer como domicilio, a efectos de notificaciones, el del Colegio, con lo que se mantendrá el anonimato del domicilio particular del agredido. Además, será el Colegio quien remitirá la denuncia junto con el parte de lesiones, en su caso, a la Fiscalía o al juzgado correspondiente.

Para el presidente del Consejo de Médicos del País Vasco «es un hecho que en los últimos años los insultos, amenazas, coacciones y maltratos síquicos y físicos a médicos han aumentado, tanto en intensidad como en número, en todo el mundo occidental», situación de la que «no se libra Euskadi, aunque parece ser una de las menos afectadas de todo el Estado».