Ibarretxe exigió apoyo a sus planes en la ponencia política
Juan José Ibarretxe reunió en la segunda quincena de agosto a los presidentes del ABB, BBB y GBB para demandar que el PNV ofreciera en la ponencia política cobertura a sus planes sobre una consulta, argumento central de la oferta política que el lehendakari pretende poner en marcha a partir del próximo pleno de política general. De lo contrario, se quedaría sin argumentos para seguir adelante. Imaz se había pronunciado antes en contra de dicha consulta.
Iñaki IRIONDO |
El artículo publicado por el presidente del EBB, Josu Jon Imaz, el 15 de julio en diversos medios y en el que rechazaba de plano y con duros argumentos «una consulta ciudadana planteada como escenario de acumulación de fuerzas para una confrontación política», dejaba al lehendakari sin margen de maniobra, pues sus planes pasan por reflotar la iniciativa política del tripartito en base a una estrategia que tendrá como eje central la promesa de una consulta. Ibarretxe se quedaba sin el núcleo de su discurso para el Pleno de Política General, a celebrar el 28 de setiembre y verdadero pistoletazo de salida para la campaña de recuperación del protagonismo político, perdido durante el proceso de negociaciones en favor del Gobierno español y ETA y de los partidos políticos.
En este contexto y acercándose los momentos cruciales para la redacción del proyecto de ponencia política que debiera marcar la línea del PNV en los próximos cuatro años, el lehendakari convocó en la segunda quincena de agosto a una reunión a los presidentes del Araba Buru Batzar, del Bizkai Buru Batzar y del Gipuzku Buru Batzar, Iñaki Gerenabarrena, Iñigo Urkullu y Joseba Egibar. Según las informaciones recabadas por este diario, Urkullu entendió que en torno a aquella mesa había un nítido desequilibrio de fuerzas y acudió al encuentro acompañado de la secretaria del EBB, Josune Ariztondo.
«Se irá»
El lehendakari, que en la actualidad constituye el mayor activo electoral del PNV, expuso a los congregados la necesidad de que los planes de futuro del partido avalaran la estrategia que pretende poner en marcha a partir del Pleno de Política General. De no ser así, no podría cumplir su programa de gobierno, quedándose sin argumentos para seguir adelante.
Conocedor de este encuentro y de su contenido, el ex presidente del EBB Xabier Arzalluz afirmó el pasado viernes que Ibarretxe «se irá» si el partido no le da capacidad para desarrollar su programa.
A esa reunión de Ibarretxe con los presidentes del ABB, BBB y GBB, a la que también acudió la secretaria del EBB, siguieron intensos trabajos entre los diferentes sectores internos del PNV para alcanzar un proyecto de ponencia unánimemente aprobado por la dirección del partido el lunes de la pasada semana.
En ese texto se recoge que el objetivo es «la consecución de un acuerdo que sea fruto de un amplio consenso de las formaciones políticas y de las instituciones del Estado. Un nuevo escenario que deberá ser refren- dado por la sociedad vasca en un marco de respeto a los derechos humanos y las libertades democráticas». Pero en la ponencia se añade que «ante situaciones de bloqueo» sería «deseable» que fuera «la sociedad vasca a través de un instrumento democrático como es la consulta popular, validara un proceso que nos permita superar los obstáculos existentes y que comprometa a todos a respetar la voluntad popular».
Esa redacción no coincide con la del programa de gobierno de Ibarretxe, pero deja la puerta abierta a sus planes. Sin embargo, es totalmente contradictorio con las tesis de Josu Jon Imaz, quien dos días después de la aprobación del texto anunció su renuncia a la reelección y su vuelta a la empresa privada.
El rechazo de Imaz a una consulta no pactada con el Estado dejaba al lehendakari sin el eje central de sus planes para lo que queda de legislatura y así se lo hizo ver a los burukides mientras se preparaba la ponencia política.
El proyecto aprobado por el EBB no coincide con el programa de gobierno de Ibarretxe pero le da margen de juego. Sin embargo, su apoyo a una eventual consulta unilateral contradice totalmente las tesis de Imaz.
La redacción del proyecto de ponencia política, por las declaraciones conocidas, ha contentado tanto al sector que hoy por hoy encabeza ya públicamente Iñigo Urkullu, como al que tradicionalmente se ha reunido en torno a Joseba Egibar. Ambos, como reconoció recientemente el presidente del GBB, tienen diferencias políticas «de algo más que de matiz».
Ahora los trabajos aparecen centrados en la búsqueda de una nueva composición del EBB que también satisfaga las aspiraciones de ambos sectores, lo que evitaría que la sucesión de Josu Jon Imaz se convierta en un calco del tortuoso proceso electoral interno de hace cuatro años, que transformó el relevo de Xabier Arzalluz en una guerra civil. Ambos sectores saben que sus fuerzas hoy son muy parecidas a las de hace cuatro años y, por lo tanto, muy parejas. Entonces Egibar ganó en votos pero Imaz consiguió más compromisarios en la Asamblea General.
Si, como ya prácticamente se da por hecho, la presidencia del EBB corresponde a Iñigo Urkullu, cabe pensar que el otro sector demandará, además de un equilibrio en la composición del EBB, también cierta paridad en las figuras con más proyección, como pueden ser la portavocía y la secretaría.
Mientras los trabajos para acordar una lista y evitar elecciones con más de un candidato continúan, ayer el EBB se reunió para ir preparando el Pleno de Política General y al Alderdi Eguna. A la entrada del encuentro Imaz insistió en las razones expuestas para su renuncia y negó estar cansado o haber tirado la toalla.