La diputada de Cultura de Gipuzkoa, María Jesús Aranburu, compareció ayer en las Juntas Generales, donde recordó que la auditoría encargada por Berroeta-Aldamar evidenció «graves irregularidades» en la gestión del Museo Balenciaga, con una cantidad facturada en exceso de, al menos, 439.905 euros. La sociedad, integrada por el Gobierno de Lakua, la Diputación de y el Ayuntamiento de Getaria, tomó en agosto la decisión de adoptar cuantas medidas fueran necesarias para depurar las responsabilidades que se deriven de esos hechos, para lo que ha contratado al despacho de abogados Cuatrecasas.

Con anterioridad, el 8 de marzo, acordó el relevo de su gerente, así como la suspensión los pagos a la empresa Hemen Fashion Art INC hasta nueva decisión, ante la sospecha de irregularidades, que fueron denun- ciadas por Aralar. En ese sentido, Aranburu señaló que las relaciones contractuales con esta empresa se rescindirán lo antes posible para poder continuar con la obra del Museo

Berroeta-Aldamar encargó un informe de situación económico financiera, del que «se desprende que se han pagado facturas a Hemen Fashion Art INC por proyectos que no se han justificado», según explicó anteriormente la Diputación foral. El informe concluye que «los pagos efectivos realizados a Hemen Fashion Art INC no se corresponden con los compro- misos adquiridos con esta empresa», y destaca que la sociedad ha recibido facturas por trabajos realizados con anteriori- dad a su constitución.

El estudio constata que a Berroeta-Aldamar «se le ha ocultado información que comporta modificaciones contractuales y obligaciones económicas» y evidencia «la necesidad de gestionar con mayor eficacia los compromisos financieros adquiri- dos por la Sociedad».

Asimismo, se llevarán a cabo, «a la mayor brevedad, las gestiones institucionales necesarias para obtener el cumplimiento de los compromisos financieros existentes por parte de las instituciones y entidades que en su día se comprometieron a financiar el proyecto». También se elaborará «de forma urgente un plan de gestión y financiación» para finalizar las obras y poner en marcha el Museo.

Aranburu manifestó que la sociedad mantendrá una actitud «de total transparencia con el dinero público y de `tolerancia cero' con comportamientos que no respondan a los principios que exige la gestión del dinero público».