Zapatero elude hacer balance de su actuación en el proceso
El mismo día en el que GARA informaba de que el PSOE rechazó en la mesa de negociación una propuesta de acuerdo que había esbozado él mismo, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, rehuía en una entrevista valorar públicamente su actuación en el proceso negociador y se limitaba a afirmar que «quien ha echado por tierra las expectativas de la sociedad vasca es ETA, que, entre violencia y diálogo, ha optado por la violencia».
GARA |
José Luis Rodríguez Zapatero insiste en que su Gobierno ha estado «donde debía estar, con los principios». El mismo día en que GARA destapaba que el PSOE había rechazado una propuesta de acuerdo esbozada por él mismo y redactada por el organismo internacional encargado de la intermediación, al presidente español le preguntaban en RNE qué actuaciones no repetiría del frustrado proceso negociador. Rehuyó pronunciarse «por sentido de la responsabilidad, de la información y de la evaluación» y, en lugar de ello, se limitó a decir que «quien ha echado por tierra las expectativas de la sociedad vasca es ETA».
Según Zapatero, «después de la oportunidad que ETA ha tenido para ver un fin de la violencia dialogado», la determinación del Gobierno español es «combatir totalmente en todos los frentes del Estado de Derecho a la banda y decirle que sólo tiene un destino, que es el fin de sus acciones».
El entrevistador preguntó al presidente si, de ganar en las próximas elecciones, volvería a intentar dialogar con ETA. «Si gano -respondió- volveré a trabajar como he trabajado desde el primer día por el fin de la violencia y por prevenir cualquier tipo de acción terrorista».
Batasuna: «Dijeron que no»
Estas declaraciones fueron contestadas horas después por Batasuna a través de una nota en la que subrayó que «desde que Zapatero accedió a la presidencia del Gobierno español lo que ha hecho ha sido echar por tierra la posibilidad de solucionar el conflicto por vías totalmente democráticas».
La formación abertzale aseguró también que PSOE y PNV «dijeron que no» incluso cuando ETA «puso sobre la mesa la posibilidad del abandono definitivo de la lucha armada si ambos partidos demostraban voluntad real de llevar el proceso hasta sus ultimas consecuencias».
"Ahora -agregó-, ambos partidos diseñan una agenda común que pasa por golpear directamente a la izquierda abertzale, utilizando para ello toda su carga de baterías, tanto policiales como judiciales"
La mahaikide Jone Goirizelaia subrayó ayer que la batería de procesos judiciales «reactivados» en los últimos tiempos -citó los casos de Udalbiltza, Egunkaria, Askatasuna-Gestoras y el que pretende la ilegalización de ANV y EHAK- busca «imponer un proyecto de España en Euskal Herria», en el que las ciudadanas y ciudadanos vascos no tengan derecho a decidir. «Se usa el poder judicial para hacer imposible la viabilidad de un proceso independentista», advirtió.
Goirizelaia enmarcó estas actuaciones judiciales «en un contexto político de postproceso donde PNV y PSOE han dicho que no a una solución democrática definitiva» y el Estado español opta por la reforma estatutaria, recurriendo para ello «a la receta de siempre, la represión». Esta práctica, en opinión de la letrada, pretende «desgastar al máximo cualquier vestigio de puesta en marcha de un proceso diferente, y eso es lo que está sucediendo en estos momentos».
En esta apuesta, recordó la mahaikide, «ha sido inestimable la colaboración del PNV. Es esclarecedor lo bien que habló Rubalcaba cuando dijo aquella frase tan elocuente de que `se quedaba más sólo sin Imaz'». A pesar de la marcha del presidente jeltzale, la izquierda abertzale estima que «el PNV seguirá dando cobertura a la apuesta represiva y de reforma estatutaria de Madrid», al objeto de «mantener su cuota de poder y gestión», y «así no se resolverá nunca el conflicto político». Ante este escenario, dijo que «la única solución» es el reconocimiento de Euskal Herria, del derecho de autodeterminación y una consulta popular.
El anuncio de la publicación, mañana, por parte de GARA de un documento de 64 páginas en el que repasa el proceso de negociación en búsqueda de una acuerdo resolutivo, ha levantado una enorme expectación, no sólo entre los habituales lectores de este diario, sino también en importantes redacciones de Madrid.
El documento, en formato de revista a todo color, repasa los hechos y los analiza, dando además la palabra a voces referenciales del país.