Los controles militares israelíes en Cisjordania aumentan un 52%
Los controles y retenes militares israelíes han aumentado un 52% en Cisjordania, según la ONU. En agosto de 2005 se contabilizaron 376. Dos años después, 572. Tan sólo en los dos últimos meses, el Ejército israelí ha instalado 40 nuevos controles. En total, en Cisjordania hay 476 carreteras bloqueadas. Mientras, el Gobierno de Ehud Olmert siguió insistiendo en sus planes de guerra contra Gaza, cuestionados por activistas israelíes e instancias internacionales.
GARA |
Israel ha seguido construyendo decenas de nuevos controles de carretera en Cisjordania. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) denunció que los controles han aumentado un 52%. Si en agosto de 2005 contabilizó 376 controles, en la actualidad esta cifra se eleva a 572.
De acuerdo con los datos ofrecidos por la agencia de la ONU, tan sólo en los dos últimos meses, Israel ha instalado 40 nuevos controles. Aunque retiró una pequeña valla en la carretera 317 en la región de Monte Hebrón, eliminando 29 barricadas, la OCHA halló 48 nuevos controles, en su mayoría, para impedir el acceso a carreteras.
En Cisjordania hay 476 vías bloqueadas por bloques de hormigón, montículos de tierra u otro tipo de barricadas que impiden el paso, y también salir y entrar a algunas localidades.
En los últimos siete años de Intifada, el Ejército israelí ha erigido dos tipos de obstáculos y barreras para la población palestina. Por un lado, están los controles militares y, por otro, el bloqueo de carreteras y calles mediante grandes bloques de cemento. Por si esto fuera poco, está el muro alrededor de Cisjordania, que cuando pasa entre centros urbanos palestinos e israelíes o por Jerusalén alcanza una altura de ocho metros.
Ayer, después de cuatro días de asedio, las tropas israelíes se retiraron de la ciudad cisjordana de Nablús. En esta nueva incursión, dos palestinos y un sargento resultaron muertos, y medio centenar de personas fueron detenidas.
«Sería un castigo colectivo»
Ante la grave situación en los territorios ocupados palestinos y, en especial, la declaración de Gaza como «territorio hostil», siete grupos israelíes de derechos humanos subrayaron que el corte de los suministros eléctricos y de combustible o cualquier medida de ese estilo sería «un grave incumplimiento de los más importantes principios de la ley humanitaria internacional; la obligación de distinguir entre combatientes y civiles». Denunciaron que los planes de su Gobierno son un «castigo colectivo» y empeorarían la «crisis humanitaria».
Desde la ONU, al alta comisionada para los Derechos Humanos, Louise Arbour, expresó su «grave preocupación» por la decisión israelí. Advirtió que la aplicación de las medidas anunciadas, que también incluyen restricciones de movimientos de personas y mercancías, «supondrán una carga insoportable para la población civil» de Gaza.
Resaltó que «ya ha pagado un alto precio con la violencia diaria, el aislamiento y las necesidades». Dejó claro que «las leyes internacionales prohíben las represalias y castigos colectivos».
Pese a todo, el portavoz del Gobierno israelí, David Baker, insistió en que seguirán adelante con sus planes de guerra.
Grandes bloques de cemento o montículos de arena bloquean carreteras y calles en los territorios ocupados palestinos, llegando incluso a impedir la entrada o salida de varias localidades.
Los israelíes comenzaron ayer las celebraciones del Yom Kippur, o Día del Perdón -la fiesta más importante del judaísmo-, en alerta máxima en la zona fronteriza con Siria. Este día, millones de judíos realizan un ayuno y acuden a las sinagogas, y los más ortodoxos están convencidos de que se celebra el juicio divino.
El Ejército decretó un bloqueo total de Cisjordania debido a esta festividad, que este año ha coincidido con el segundo viernes del Ramadan musulmán. Toda la vida económica de los israelíes, incluido el tráfico aéreo, quedó ayer paralizada con motivo del Yom Kippur.
Un portavoz militar anunció que el bloqueo de Cisjordania concluirá mañana por la mañana, «si no se prolonga». En anteriores ocasiones, estas medidas se han extendido dos semanas, hasta la fiesta del Soukkot o las cabañas. De este modo, miles de musulmanes palestinos que querían ir a rezar ayer a Jerusalén quedaron bloqueados en el checkpoint de Qalandya, entre Ramallah y la capital palestina.
Asimismo, el Ejército israelí informó de que se encuentra en estado de máximo alerta en la frontera con Siria «para evitar una nueva invasión, como en el Yom Kippur de 1973». Aviones israelíes atacaron recientemente posiciones situadas en el norte de Siria.