El rechazo de los baztandarras al proyecto de mina a cielo abierto en el paraje de Erdiz, a pesar del Ayuntamiento, es rotundo. A pesar de ello, Magna, filial de las multinacionales Rouiller y Magnesites Grecian, sigue en lo suyo. En este contexto, nos gustaría compartir con el resto de gentes y valles de Euskal Herria nuestras razones para oponernos a este proyecto.

Bat. El paraje de Erdiz es parte del Monte de Utilidad Pública Arguz y Bailley. Está dentro de la red Natura 2000 y pertenece a la Zona de Especial Conservación de `Monte Alduide', así como a la Important Bird Area de `Roncesvalles-Irati-Abodi'. De hecho, «Las Bases técnicas para el plan de gestión del lugar Monte Alduide» valora la mina de forma negativa, afirmando que «su actividad acaba con el recurso de forma irreversible», que es una «actividad altamente impactante» y que «la apertura de una nueva mina dentro del lugar supone la eliminación de hábitat de interés, computada en la propuesta y que además son considerados clave para la conservación del lugar». En cualquier caso, y antes de estas figuras de protección, el Gobierno de Navarra ya reconoció el valor naturalístico del lugar al rechazar un parque eólico en la cima de Okoro, valorando que «la ocupación de pastizales y brezales atlánticos incluidos como prioritarios en la Directiva Hábitats 92/43, con códigos 31.2 y 35.1 (...) la afección paisajística muy importante en un área de gran naturalidad y a ser una de las áreas de Navarra de mayor interés para la migración de aves».

Bi. Erdiz es el mayor pastizal comunal del valle, y en ella pastan anualmente alrededor de 1.500 cabezas de ganado. Esto es, se trata de un lugar donde se desarrolla una actividad productiva -la ganadera- muy importante para el valle. Es cierto que es un sector en recesión, pero aun así, ocupa al 20% de la población activa baztandarra, a lo que cabría añadir todos los empleos indirectos relacionados con el sector y los incipientes proyectos relacionados con la transformación de la materia prima, que sin duda alguna derivará en prosperidad para el valle. En estas circunstancias nos plantean el dilema de optar entre una actividad ganadera que hace un uso sostenible del lugar o una mina, que supone la desaparición del lugar.

Hiru. La ampliación de la carretera que va desde Artesiaga a Urkiaga afectará directamente a un zona catalogada como ZEC, y además, según Magna, cada hora transitarán 11 camiones, esto es, solo durante la mañana andarán 120 camiones de gran tonelaje.

Lau. La regata de Erdizaga está declarada como «reserva genética para la trucha», que se vería afectada por los sedimentos transportados por las lluvias torrenciales propias del lugar. Del mismo modo, las explosiones alterarán los cauces subterráneos, con las consecuencias que puedan derivarse de ello.

Bortz. Nos hablan de la creación de 35 puestos de trabajo, pero callan al decir que el tiempo de vida previsto para la mina es de 20 años. O sea, empleo con fecha de caducidad pero destrozando el paraje de Erdiz. Ciertamente, muy beneficioso y rentable. En cualquier caso, si la mina de Erdiz sustituirá a la de Eugi, cabe suponer que los puestos de Erdiz se cubrirán con los trabajadores actuales. Por lo tanto ¿dónde se crearán los empleos? ¿En Zubiri? Por otro lado, parece que el canon de 120.000 euros a pagar al Ayuntamiento de Baztan es la gran panacea, pero en un presupuesto que ronda los 6.000.000 euros pasa algo desapercibido.

Sei. Todos y todas compartimos que Baztan está en una situación crítica. Ahora bien, visto lo visto, plantear que el futuro de Baztan depende de la mina de Erdiz, de un proyecto que caduca en 20 años, no parece demasiado serio. La realidad actual, que viene marcada por un contexto económico, social, cultural, medioambiental, climático altamente inestable; con los grandes centros decisorios cada vez más alejados de los marcos comunales, será inevitablemente incierta. Por supuesto, a pesar de ello, es necesario encarar el presente y el futuro de algún modo, para lo que es necesario una actuación colectiva que tenga una visión integral de las cosas, tal y como se intentó en el Plan Estratégico de Baztan 2002-2010. Apostamos por Baztan, por supuesto, y apostamos por Erdiz. No es un tema medioambiental, ni un asunto de técnicos únicamente. Es un tema social. Se trata de decir y decidir que tipo de Baztan queremos. Al contrario de lo que haya dicho alguna pluma, no le tenemos miedo al cambio, no añoramos estampas costumbristas ni mucho menos está sociedad desigual, destructora del medio ambiente y de las personas. De hecho, deseamos que las cosas cambien vivamente, que cambien profundamente, para el bien de todos y todas, para un futuro decidido por nosotros y nosotras, equitativo y respetuoso con el medio que nos rodea, para parar este Baztan de cemento, especulativo y desastroso. Esto es lo que nos mueve y no nos paga nadie por eso. En ese sentido, reclamo la necesidad de que el asunto de Erdiz se decida en referéndum en Baztan. Cuestión a la que se comprometió el partido gobernante (Na-bai) y tema que lo dejamos para alguna otra vez.