ZINEMALDIA
Weingartner presenta su revolución mediática ante programas basura
El cine alemán volvió a captar las miradas del Zinemaldia con una película de Hans Weingartner donde se refleja la posibilidad de culturizar las parrillas televisivas manipulando los índices de audiencia y cortar con la constante emisión de programas basura por parte de los medios.
Ariane KAMIO | DONOSTIA
El cineasta alemán Hans Weingartner, conocido por su largometraje «Edukators», presentó ayer su tercera obra «Free rainer», una sátira sobre la televisión, cuyo protagonista es un joven productor que se ha construido su exitosa carrera a base de programas basura, y que se encuentra en una situación en que las drogas lo tienen al borde del colapso.
Hans Weingartner centró su película en el contenido de las emisiones de diferentes medios de comunicación, y en el comportamiento de los telespectadores que se reflejan como personas absorbidas por la misma programación. En ese sentido, el director enfatizó en que «vivimos en un mundo lleno de leyes», leyes que, a su juicio, «únicamente protegen nuestros cuerpos». Según él, «vender heroína en las tiendas está prohibido, lo que no sucede con la telebasura. Protegemos nuestros cuerpos, pero no salvamos nuestras almas y mentes».
En la vida del joven productor, interpretado por Moritz Bleibtreu, aparecerá una mujer (Elsa Shultz Gambard), que busca venganza por el suicidio de su abuelo, debido a las falsas informaciones vertidas en uno de sus programas. Juntos emprenderán una especie de revolución a base de manipular índices de audiencia.
Weingartner consideró que, ante la telebasura, «la gente no es tan tonta como los hacen los programas. Creo que el problema no reside en los índices de audiencia, sino en el contenido de los medios».
Crítica a los medios
El director alemán apuntó que los medios de comunicación intentan hacer «el programa más primitivo posible para captar la atención de la gente». No obstante, explicó que ello «entra dentro del proceso del capitalismo. Vivimos en un mundo controlado por normas económicas, por eso son los medios cada vez más superficiales. Cada vez se crean más famosos porque esa es la manera más barata de vender tu medicina, tu programa», apostilló. Por el contrario, apuntó que los telespectadores estarían «dispuestos a ver programas mejores», y para alcanzar ese objetivo «es necesario corrumpir en el gusto de la gente». Preguntado sobre si su próximo proyecto podría ser tan revolucionario como el recién presentado, Weingartner matizó que «no intento hacer películas revolucionarias. Hago filmes de cosas que me preoucpan. No hay más que observar que nadie ha hecho un largometraje sobre este tema desde hace más de veinte años».
Por su parte, la actriz Elsa Schultz subrayó el valor que traslada la película sobre la posibilidad de realizar una revolución mediática sin tener que depender del dinero, «utilizando el cerebro y la ilusión».