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Un balance positivo para un inicio de obstáculos

 

Joseba ITURRIA | DONOSTIA

La Real ha salvado de forma positiva un inicio muy complicado porque el club no tenía más elección que apostar por los jugadores con contrato en vigor. Eso implicaba que la mayoría vivieron el descenso, con las lógicas secuelas de desconfianza en ellos mismos y de los aficionados. Además aterrizaba en Donostia un técnico que no tenía un mínimo conocimiento de sus jugadores, de la categoría y del terreno pantanoso en el que iba a comenzar a caminar. Que con esos elementos negativos la Real esté séptima con nueve puntos y con un bloque y una idea definida es un gran logro.

Porque tan importante como las tres victorias sumadas en las cuatro últimas jornadas tras el pésimo inicio ante el Castellón es la sensación de que desde dentro del club se ha elegido el camino correcto y que se han solucionado los errores que ha cometido Chris Coleman y que ya se ha dado con un bloque en el que cimentar todo el club.

Era difícil de entender que Castillo no fuera el elegido de inicio para el lateral izquierdo -aunque Sarasola no tuvo ninguna culpa de lo que pasó ante el Castellón-, tampoco tenía ningún sentido que se hayan necesitado cinco partidos de competición para que Xabi Prieto comenzara uno en la derecha y, unido a esta decisión, Coleman ha entendido que el futuro sólo se puede trabajar desde el mimo al presente. Han jugado los que deben jugar, con la única excepción de Mikel González, los ha puesto en sus puestos, les ha dado continuidad y con ella y los resultados el equipo ha mejorado hasta dar el sábado ante el Elche su mejor nivel liguero.

Mejora con el balón

La velocidad del juego y la calidad de la posesión de balón ante los ilicitanos fue muy buena porque ahora el equipo sabe a qué juega con un protagonismo muy importante de los cuatro jugadores más adelantados, sobre todo Vaughan y Xabi Prieto. El donostiarra da una opción clara en la derecha y conseguir que el balón llegue a sus pies es casi garantía de crear una oportunidad y el galés no es un gran jugador como él, pero sus movimientos hacia el centro oxigenan el juego de su equipo de manera muy positiva. Eso unido al trabajo de los dos delanteros y a la mejora en el proceso de adaptación entre ellos y a la categoría empieza a definir un estilo de juego que puede ser atractivo para el público porque Coleman apuesta por el ataque.

Queda mucho por hacer, pero lo más difícil de esta temporada ya está hecho y serán torpes los jugadores y su entrenador si desperdician la ola que tanto buscaban y que ya han encontrado. Porque la Real está en el buen camino a todos los niveles.

El club ha recuperado la sensatez y un Consejo que se demostró incompetente ha dejado de tomar decisiones que perjudicaran al club con el único error de su mal manejo del caso Xabi Prieto. Coleman se ha equivocado en decisiones puntuales, pero no en el camino elegido y es bueno que en un vestuario con tanta desconfianza haya entrado un entrenador que les ha trasmitido confianza y apoyo.

Las señas de identidad

Pero los más importantes de esta historia son los futbolistas y en ese plano se han recuperado las señas de identidad que nunca se debieron perder. Ahí Coleman ha acertado a la hora de buscar en Labaka, Aranburu y Garitano al trío de jugadores que deben dar cohesión al grupo. Los dos azpeitiarras y Riesgo son los únicos que han jugado todos los minutos en Liga en una apuesta que pocos han entendido, pero que es clave porque se recupera lo que siempre ha tenido este club cuando ha tenido sensatez y éxitos a la hora de dar con un bloque.

Siempre se ha necesitado un grupo de jugadores de casa que lleven las riendas en momentos críticos como los que se han vivido este último mes y den consistencia a un bloque en el que los jóvenes encajan sin problemas y los extranjeros parecen mejores de lo que realmente son. Esas han sido las claves del club en su historia reciente.

Que Vaughan y Gerardo destaquen es un buen ejemplo porque la Real necesita eso, que tenga pocos extranjeros, que se adapten bien, y que rindan por encima de su nivel gracias al bloque en el que se apoyan.

Los seis primeros en el horizonte

Los seis equipos que anteceden a la Real en la clasificación jugarán contra los blanquiazules en un bloque próximo de nueve partidos que va a empezar a definir los equipos que van a luchar por el ascenso a Primera División. Tras visitar a Xerez y recibir al Albacete comenzará el carrusel de enfrentamientos directos con los seis equipos que le anteceden y un Celta llamado a estar en la pelea pese a su complicado inicio, similar al realista.

Los de Coleman visitan al Numancia de Gonzalo Arkonada el 14 de octubre, reciben luego al Sporting, visitan de forma seguida a Racing de Ferrol y Hércules, reciben al Celta y visitan al Nastic para cerrar esta dura serie ante el Málaga en Anoeta en la jornada décimocuarta. Con esto se cubrirá el primer tercio de Liga y será en ese momento cuando se puedan comenzar a calibrar las posibilidades reales de todos los equipos.

Ahora la Real sólo tiene que pensar en el partido del próximo domingo ante un Xerez que obtuvo ayer un importante triunfo en Ferrol. Un duelo que se comenzará a preparar en Zubieta hoy desde las diez de la mañana.

ITURRIA

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