Sea cual sea el resultado posterior, TVE se ha dado un respiro y ha acertado en las series estrenadas en esta semana, especialmente con la presentada el pasado miércoles, «Desaparecida», en donde se ha realizado un gran trabajo de producción, buscando un tipo de serie que sirva de nexo de unión entre el lenguaje clásico y los tiempos actuales. Que ayude a conciliarse a quienes encontraron en las series televisivas una fuente de placer estético, literario e interpretativo y no solamente un entretenimiento banal. Con esta opción pueden recuperar a un potencial público televisivo bastante abandonado por las producciones actuales.

Esta serie, que por cierto emitió su primer episodio sin cortes, o dicho con propiedad, con un corte muy avanzada la entrega y la noche, se realiza con un lenguaje realista, trata un asunto reconocible, un caso de actualidad, pero el tratamiento es de un gran respeto al asunto tratado y a las formas de narrarlo. Una desaparición de una joven de dieciocho años es materia sensible, la intervención de la Policía, en este caso la Guardia Civil, por tratarse de un caso sucedido en una población rural, aporta datos de proximidad con nuestra sociedad pero no cae en los tópicos, porque la familia afectada es normal, es decir que regenta un bar, y tiene sus problemas normales, y los policías trabajan con un aire también asumible, sin exhibicionismos, ni despliegues guerreros ni tecnológicos, ni nada que no sea aportar datos a la intriga.

Porque lo bueno es que se ha convertido en una serie con mucho suspense y se han abierto todas las sospechas sobre todos los personajes que se han ido mostrando, por lo que primero es constatar de la existencia de un buen guión, muy bien estructurado, y ello da paso a buenos personajes, que, además, están interpretados de manera excelente. Es un lujo ver a Carlos Hipólito, Luisa Martín o Miguel Ángel Solá interpretando una serie de televisión, pero hecha con tono y aire de película. Espero que la respuesta de las audiencias se corresponda con la bondad de conjunto de esta serie que restituye la dignidad audiovisual en la tele pública estatal.