El jefe de la junta militar que gobierna Myanmar, el generalísimo Than Shwe, está dispuesto a reunirse con la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi si la líder de la opositora Liga Nacional por la Democracia (LND) cumple varias condiciones previas. Es lo que aseguró ayer la televisión birmana, que añadió que el número uno de la junta hizo esta propuesta tras reunirse el martes pasado con el enviado especial de la ONU, Ibrahim Gambari.

La junta militar acusa a la política opositora de promover «la confrontación, la devastación total del país, las sanciones económicas contra Myanmar y otros castigos. «Por lo tanto, el generalísimo Than Shwe ha dado el mensaje de que está dispuesto a encontrarse directamente con ella si anuncia que se desmarca de estas acciones».

La televisión pública cifró asimismo en 2.093 las personas detenidas desde el estallido de la crisis, aunque matizó que 692 de ellas fueron puestas en libertad tras comprometerse a no participar en más manifestaciones de protesta.

Diversos testimonios informaron de que decenas de personas fueron detenidas en redadas en la madrugada de ayer. El objetivo serían «sospechosos» identificados por fotografías o imágenes de las protestas.

El régimen volvió a acusar a medios de comunicación extranjeros de alimentar el movimiento de protesta. «Las Naciones Unidas han tenido que enviar a Gambari por la cobertura parcial (de los sucesos) por los medios extranjeros». Durante su estancia de cuatro días, Gambari ha podido entrevistarse dos veces con la líder opositora, en arresto domiciliario la mayor parte de los últimos 17 años.

Su partido, el LND, venció con rotundidad en las elecciones legislativas de 1990.

No obstante, la junta militar invalidó los resultados y se afianzó en el poder.

Medidas del FMI

Las protestas contra la junta militar birmana tienen su origen en la decisión de esta última de forzar fuertes incrementos en los productos básicos, como el arroz, y en los combustibles.

Esta medida fue promovida por el Fondo Monetario Internacional, hecho que una y otra vez tratan de ocultar los medios de comunicación occidentales. Las protestas tomaron rápidamente un cariz político y de lucha contra el régimen militar.