Las muertes de sindicalistas se mantienen en la impunidad en Colombia
A pesar de que en los últimos años se ha reducido el número de sindicalistas muertos en Colombia, la conculcación de derechos humanos contra los trabajadores se mantiene, según han constatado AI y la OIT. En más del 90% no se ha condenado a nadie por estas muertes.
Martxelo DÍAZ |
«Colombia es, un año más, el país del mundo en el que más se violan los derechos humanos de los sindicalistas, según ha vuelto a constatar la OIT, que mantiene una presencia permanente en el país», destacó ayer en Iruñea Javier Orozco, miembro de la dirección de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), durante la presentación del informe elaborado por Amnistía Internacional (AI).
Orozco, refugiado en Asturies y que acudió a Iruñea con motivo de unas jornadas organizadas por la propia AI, Brigadas Internacionales de Paz, IPES Elkartea, PTM, Mugarik Gabe y Aldea, subrayó que «de nuevo, Colombia tiene el record mundial en asesinato de trabajadores», ya que «de los 115 sindicalistas asesinados en 2006, 77 lo fueron en Colombia».
Junto a ello, Orozco destacó que Colombia también aparece en los primeros lugares de otros rankings de conculcación de derechos humanos, puesto que, tras Sudán y la República Democrática del Congo, es el país que tiene más refugiados internos (3,5 millones) del mundo.
11.000 desaparecidos
Para completar el escenario colombiano, Orozco subrayó que existen más de 11.000 personas desaparecidas, una cifra que crece año tras año.
«Estos datos configuran una crisis de derechos humanos de enormes proporciones, donde la responsabilidad política es del Estado, que está vinculado al 80% de las ejecuciones extrajudiciales. Además, este cuadro se da en un contexto de impunidad absoluta en el que no hay castigo para los responsables de los crímenes», añadió Orozco.
El dirigente de la CUT puso el ejemplo de Luciano Romero Molina, un sindicalista al que mataron en setiembre de 2005, tras permanecer dos años refugiado en Asturies. «Fue víctima de un crimen atroz. Sólo hay dos personas enjuiciadas, pero no conocemos, y tal vez no conoceremos nunca, quiénes ordenaron el crimen de nuestro compañero Luciano», explicó.
Orozco también apuntó hacia la responsabilidad de multinacionales, «como la bananera Chiquita Brands, que ha transportado armamento y ha financiado a los asesinos de sindicalistas de las empresas bananeras, pero no paga sus culpas en Colombia».
Los sectores más golpeados por la represión en Colombia son el de los maestros, con 742 muertos en los últimos 20 años, y el de los trabajadores de la industria petrolera, donde se han registrado más de un centenar de homicidios.
Orozco instó a la opinión pública navarra a presionar al Gobierno español para que cambie su política, puesto que hoy es el principal sostén económico y militar del Ejecutivo de Álvaro Uribe.
«Pese a los ataques que sufrimos, el movimiento sindical colombiano es muy fuerte y pujante, como lo son el movimiento campesino, el indígena o el de los afrocolombianos», destacó Javier Orozco.