Los azulgranas, ante un nuevo reto
La apuesta por el músculo arranca con interrogante interior
La grave lesión de Singleton y las incógnitas sobre el pasaporte de McDonald dejan al equipo gasteiztarra muy mermado en su primera temporada post Scola
Jon ORMAZABAL | GASTEIZ
Si tratar de suplir la baja de un jugador referencia y tan importante como Luis Scola es ya de por sí complicado, hacerlo con dos de las alternativas -Singleton y McDonald- muy dañadas es un «más difícil todavía» incluso para un experto en este tipo de reconstrucciones como el Tau Baskonia. De la mano de Neven Spahija, el equipo gasteiztarra hizo una apuesta clara por la versatilidad, el físico y el músculo con el fichaje de jugadores fuertes y comprometidos, pero todo el planteamiento quedó en entredicho con la lesión de seis a siete meses de James Singleton, un jugador cuya implicación, sacrificio y espectacularidad lo habían convertido en un puntal de este nuevo Tau.
Con la baja del estadounidense y la incógnita de McDonald y su pasaporte, el remozado Baskonia parte con un gran interrogante en su juego interior, donde Tiago Splitter está llamado a dar ese paso adelante que ya dejó entrever en la Supercopa de Bilbo. A la espera de nuevos movimientos, Teletovic también se verá obligado a mejorar sus prestaciones, mientras el joven croata Stanko Barac -fichado como recambio de Splitter cuando marche a la NBA- podría tener una oportunidad que no esperaba hace apenas unos días.
El juego exterior, sin embargo, ofrece una solidez que se echaba de menos en años anteriores con la contratación de dos treses, esa posición que dejó huérfana Nocioni. Al margen de puntos, Jasaitis -tiro exterior- y Pete Mickeal -penetrador- deben servir para frenar esa sangría endémica del rebote. Si Planinic termina de explotar y Vidal de recuperarse de sus problemas físicos, las posiciones de base y escolta están bien cubiertas con Prigioni y Rakocevic.