Unos cuantos equipos inician la temporada 2007/08 con particular ilusión, ya que puede significar un salto de calidad respecto a los años anteriores. Uno de ellos es, din duda, el remozado Iurbentia Bilbao Basket. En su cuarta temporada consecutiva en la máxima competición, el club vizcaino vive un año crucial, ya que se halla a las puertas de dar el estirón definitivo y situarse en la elite del baloncesto.

Varios puntos vitales han tenido que ver en este punto de inflexión. Por un lado, la entrada de la promotora inmobiliaria Iurbentia como máximo patrocinador supone una inyección económica importante.

Por otra parte, fruto de esa holgura monetaria y un trabajo bien realizado por parte de la directiva presidida por Xabier Jon Davalillo, -pasos pequeños, pero siempre adelante- el club vizcaino ha logrado hacerse con los servicios de Marcelinho Huertas -ya en la Supercopa demostró que puede ser el base titular y liderar a los «hombres de negro»-, Quincy Lewis y Drago Pasalic, dando a Bilbao Basket una profundidad de banquillo y una calidad en la rotación que el club precisa para entrar definitivamente en la parte alta de la clasificación.

La inflexión de la Supercopa

El tercer gran puntal debe ser mental. El club bilbaino superó con nota el examen de la Supercopa y, pese a caer en la final ante un Tau Baskonia superior, demostró que el rival, además de bueno, deberá ser muy constante para derrotar al conjunto dirigido por Txus Vidorreta.

La Supercopa enseñó a Iurbentia Bilbao Basket, además, que es capaz de competir y mirar de tú a tú a los principales exponentes de la liga ACB. Al menos en su feudo, bien sea La Casilla -aún faltan unos años para que la cancha de Miribilla sea una realidad-, bien el Bizkaia Arena de Barakaldo, los bilbainos sabrán hacerse fuertes y hacerse respetar ante los rivales y los árbitros.

La clave estará en los partidos de fuera. El arreón de la parte final de la pasada temporada regular elevó a Bilbao Basket a una meritoria décima plaza y poco faltó para que los de Vidorreta se colaran en los play offs. La principal mejoría estribó en los partidos de fuera, con una importante victoria en Menorca que supuso el definitivo despegue de los puestos de peligro.

Sin embargo, hasta aquel momento, sólo una pírrica victoria en Illunbe -en uno de los peores choques de la temporada- y una agradable sorpresa en Granada -tras el que Recker se dio a conocer como uno de los mejores «bombarderos» del campeonato- fue lo único positivo.

La «vieja guardia» compuesta por Salgado, Recker -que para el domingo es duda-, Rancik y Weis, con la colaboración de Savovic y Banic deberá ser quien marque la pauta a un conjunto que tiene que empezar a salir como favorito en sus partidos y debe ser capaz de que el saldo positivo sea algo habitual en su clasificación. La pretemporada ha dejado buenas sensaciones. Ahora, sólo hace falta refrendarlas y dar el paso para ascender en el escalafón.