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Indignación popular en registros donde se llevaron hasta folios en blanco

La madrugada fue larga, y ayer fue también un día de registros. La Policía española se incautó material informático -la orden que se dejaron olvidada en una casa reclamaba dar prioridad- y todo tipo de documentación. Incluso papeles en blanco, como los que se llevaron de la Casa de Cultura de Segura.

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Manex ALTUNA-Kepa PETRALANDA

Todo empezó allí, al anochecer. Garzón no quiso imágenes de los arrestos, aunque ayer no pudo evitar las de concentraciones solidarias en cada domicilio de los detenidos. El pueblo estuvo cercado cuando se realizaron las detenciones. El amplio dispositivo instalado por la Policía española sólo dejaba entrar a los vecinos si acreditaban que residían en Segura. Según explicaron, y tal y como informó ayer este diario, la Policía tuvo bajo control el pueblo y a todos los participantes que asistieron a la reunión que se celebró en la Casa de Cultura. El consejero de Interior del Gobierno de Gasteiz, Javier Balza, añadió ayer un dato: tenían conocimiento de que la operación se iba a desarrollar hora y media antes de que se produjera. Según indicaron a GARA los vecinos de la localidad guipuzcoana fue a partir de las 18.00 cuando la presencia policial fue en aumento, hasta que se produjeron los arrestos. Sin embargo, señalaron que las detenciones no se produjeron en la reunión, como se dijo en el primer momento, sino al salir. La Policía española tenía vigilados todos los coches, aunque esto no era nuevo para muchos de los detenidos. Cuando intentaron acceder a sus vehículos llegaron los arrestos.

Algunos de ellos resultaron detenidos en el parking de Carrefour de Olaberria y otros en la rotonda de Mutilo. Todos ellos permanecieron retenidos hasta casi la 1.00 en esos lugares y sentados en fila, según indicaron testigos presenciales y captaron las cámaras de televisión desde la distancia. Después, la mayoría de ellos fueron trasladados a la comisaría de la Policía española en el barrio donostiarra de Amara. Algunos entra- ron esposados y otros sin esposar. A su llegada algunos de los detenidos, como Juan Kruz Aldasoro, gritaron lemas como «Jo ta ke, irabazi arte», y Joseba Permach levantó el puño.

Durante el periodo en que mantuvieron a los arrestados retenidos en Segura, los agentes registraron la Casa de Cultura con la alcaldesa como testigo. No había ningún secretario judicial. Se llevaron hasta folios en blanco para ver si habían escrito algo encima y había rastros legibles en las páginas.

Al final, resultaron ser 23 los detenidos. Entre ellos no están Marije Fullaondo y Ainara Armendariz, a pesar de que la noche del jueves se difundieron sus identidades. Junto a los componentes de la Mesa Nacional fueron apresados tres vecinos de Segura -Xabier Albisu, Iban Berasategi y Egoitz Apaolaza- y, al parecer, la Policía les habría indicado en el momento en el que fueron arrestados que iban a ser puestos en libertad en breve por no tener relación con los hechos a los que se acusaba al resto. Sin embargo, ayer por la mañana acudieron a registrar sus domicilios al igual que sucedió con los demás arrestados.

En Segura registraron a primera hora de la mañana la casa de Albisu y los agentes permanecieron durante más de dos horas. La mujer del detenido pudo presenciar el registro; el hijo fue golpeado con sus porras por los policías causándole heridas. En el registro del domicilio de Berasategi, en cambio, no dejaron que hubiera testigos y mostraron una actitud agresiva. A su vez, registraron el caserío que tiene en Zerain Apaolaza a primera hora de la tarde.

Tensión y manotazos

La situación se repitió en los registros realizados en Bilbo, que comenzaron a las 5.00 en el domicilio de Aner Petralanda, donde tampoco dejaron que hubiera testigos presenciales y sacudieron un manotazo a una de las personas que les exigió poder estar en el registro. La Policía se llevó un ordenador y documentos durante la hora que duró el registro y después se desplazaron a los domicilios de Ane Lizarralde e Ibon Arbulu, donde también incautaron un ordenador y documentación. En Oiartzun también registraron a primera hora de la mañana la casa en la que reside Rufi Etxeberria mientras la inspección del piso de Imanol Iparragirre terminó sobre las 11.30 horas, cuando varios simpatizantes de la izquierda abertzale congregados en el lugar corearon gritos de apoyo al detenido, sin que se produjeran mayores incidentes.

A la Txantrea llegaron en torno a las 3.00 y salieron del domicilio de Arantza Santesteban al filo de las 7.00, con voluminosa documentación. En Etxarri-Aranatz, por su parte, el domicilio de Juan Kruz Aldasoro fue registrado durante tres horas a partir de las 10.30, no de madrugada como difundieron las agencias. Según explicaron los vecinos de la localidad de Sakana, la Guardia Civil instaló un dispositivo en la rotonda hacia las 9.30 y después aparecieron los agentes de la Policía española. Aldasoro fue recibido entre aplausos por sus vecinos, y un hermano y su madre asistieron al registro. Pudo cambiarse de ropa y coger sus medicamentos.

Acompañados también por GEOs, los agentes de la Policía española trasladaron a su domicilio particular en Larrabetzu a Joana Regeiro alrededor de las 11.00. Los vecinos trataron de realizar una concentración de protesta por la detención y los agentes desplegados cargaron a porrazos. Tras hora y media de registro, la escena se repitió al introducir los agentes a Regeiro en el coche. Les costó encontrar el camino para salir del pueblo.

En Gasteiz y Usurbil se vivieron momentos de tensión en los registros de los domicilios de Maite Díaz de Heredia y Marisa Alejandro. En este último se dejaron la orden, en la que se recomendaba buscar material informático.

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