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Asier Del Horno vio una discutible tarjeta roja poco antes del descanso

La crisis se agudiza con la inoperancia como bandera

Etxeberria, que después de tres años marcó de nuevo en San Mamés, adelantó a los rojiblancos. Tras la expulsión de Del Horno, el Almería dominó partido y estuvo a un paso de derrotar a los de Caparrós.

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Beñat ZARRABEITIA | BILBO

El Athletic sigue sin arrancar y lo peor es que no da visos reales de hacerlo. Es cierto que el partido de ayer quedó completamente mediatizado con la expulsión de Del Horno, que llegó poco después de que el Athletic se adelantase en el marcador. Ahora bien, el raquítico y miedoso planteamiento del segundo tiempo no tiene justificación alguna. Caparrós volvió a sentir vértigo e hizo jugar a los suyos como si de un equipo pequeño se tratase, a pesar de actuar como local. No sólo eso, sino que para más inri, el empate llego a balón parado, en un corner, donde se supone que la inferioridad tiene que quedar mitigada. Pero ni por esas.

Un buen Almería fue a por el partido y el Athletic a aguantar el chaparrón. Bajo estas premisas el empate estaba más que cantado, más aún cuando el Athletic se mostró incapaz de generar una sola ocasión de peligro en jugada. El diagnóstico cada día es más preocupante y la próxima visita al Valladolid de Mendilibar tampoco invita al optimismo.

El Almería aterrizó bien plantado en San Mamés con intención de ponerle las cosas difíciles al Athletic y el equipo de Emery consiguió su objetivo. Afortunadamente para los rojiblancos, a su rival únicamente la faltó una pizca de fortuna para llevarse los tres puntos.

A los vizcainos les costó coger el aire al partido y tuvieron que padecer las internadas del pequeño Crusat por banda derecha que, sin llegar a inquietar demasiado, volvían a poner en jaque la seriedad defensiva del equipo de Caparrós. Un conjunto, el rojiblanco, que a falta de elaboración optó por vivir del balón parado. Así, pasado el cuarto de hora, Aitor Ocio, sólo a dos metros del área pequeña tuvo cerca el gol pero falló estrepitosamente. Bajo esa dinámica de dominio alterno se acercaba la media hora de juego. Fue entonces cuando llegaron dos de las jugadas clave del choque, donde se volvió a evidenciar que quien perdona lo paga.

Negredo dejó en evidencia a los centrales rojiblancos y estuvo a punto de marcar gracias a un buen remate cruzado que se le marchó fuera por poco. Los hinchas bilbainos respiraron aliviados.

Dice Valdano que el fútbol es un estado de ánimo y ayer se comprobó de nuevo, ya que poco después del fallo almeriense, y de nuevo aprovechándose de la estrategia el Athletic logró adelantarse en el marcador. Saque de banda de Del Horno, sensacional peinada de Aduriz y Etxebe hace gala de su astucia para anticiparse a la defensa. El de Elgoibar, que llevaba más de tres años sin anotar un gol en casa, encarrilaba el partido.

Nada más lejos de la realidad, desgraciadamente el choque tuvo un inesperado y desacertado protagonista: el colegiado gallego González Vázquez. El trencilla expulsó a Del Horno en una acción sin peligro aparente en banda izquierda tras una fuerte entrada del gallartino.

El de Ezkerraldea culminaba una semana negra y se marchaba, aplaudido a la par que desolado, del césped de La Catedral. Este hecho dio motivo a una nueva expulsión, la de Javi Reyes, preparador físico del Athletic. Los nervios pasaron factura al cuerpo técnico rojiblanco y el poco paciente cuarto árbitro provocó esta nueva expulsión. Todo, porque el Athletic pedía que Koikili entrase cuanto antes para suplir a Ion Vélez, que fue el pagano indirecto del castigo a Del Horno.

Tras todo ello, y con cuatro largos minutos de descuento, se llegó al descanso. Nuevo alivio para la parroquia en San Mamés. Más de uno pensó que tocaba sufrir y acertó de pleno.

El Almería fue a por el partido

Unai Emery se mostró valiente a más no poder dando entrada al versátil Corona y al móvil Natalio para pasar a tener la iniciativa del encuentro. El hondarribitarra dio un auténtico repaso táctico a Caparrós durante la segunda mitad.

Con el equipo andaluz mucho más volcado al ataque, las opciones para el Almería se fueron sucediendo. El equipo de Emery tuvo el balón en todo momento, evitó cualquier opción a la contra para un inoperante Athletic y fue creando cada vez más peligro en el área rojiblanca.

Las llegadas por banda se sucedían, los centros peligrosos a los que su destinatario no llegaban por poco y remates desde fuera del área eran una constante. Con esa tónica, Corona avisó con un gran lanzamiento, pero Gorka Iraizoz volvió a sacar su enésima mano salvadora.

Pero tuvo que ser a balón parado, cuando se supone que las fuerzas se igualan a pesar de que haya un equipo inferioridad numérica, donde el Almería consiguiera empatar el encuentro. Corona botó un corner desde la derecha y Felipe Melo enviaba el balón al fondo de las mallas. Pocos se sorprendieron y muchos temieron el segundo.

Tras recibir el gol, el Athletic trató de soltarse un poco más, pero siguió igual de desacertado a la hora de hilvanar jugadas de ataque. Además, la afición de San Mamés no vio con agrado la entrada de Expósito por Orbaiz. El cambio propició que David López, un jugador supuestamente fichado para jugar en banda, pasase a actuar en el centro del campo. Nueva sorpresa, sobre todo porque Caparrós disponía de Muñoz en el banquillo y además, incomprensiblemente, volvió a prescindir de Tiko en la convocatoria.

El ritmo fue decayendo, ya que ambos equipos vieron que mantener un punto era mejor que perderlo. A pesar de ello, el Almería siguió mostrando mayor intención de ir a por el partido, mientras que el Athletic buscaba generar opciones a balón parado. Pero tales ocasiones no llegaron, y como consecuencia de ello, la preocupación se instala con cada vez más fuerza en el entorno rojiblanco.

Emery: «Irabazlea ez da beti gailentzen dena, baizik eta uneoro irabazi gura duen hori»

Ohi baino urduriago agertu zen atzo Joaquin Caparros San Mameseko prentsa aretoan. Andaluziarrarentzat, Del Horno kanporatu izanak erabat baldintzatu zuen partidaren nondik norakoa. Bere esanetan «hau goi mailako lehia da eta Asierri erakutsitako txartel gorria oso eztabaidagarri eta zorrotza izan da». Ildo horretatik jarraiki, «badirudi arbitroak Europara doazean arautegi desberdin bat aplikatzen dutela» Izan ere, andaluziarraren aburuz «Etxeberriaren gola lortu eta gero, partida kontrolatuta izan dugu, baina jokaldi horrek lehia markatu du».

Utrerako entrenatzailearen esanetan, aurrerantzean bere taldea «buruarekin baino, bihotzarekin aritu da». Horrekin batera, zuri-gorrien prestatzaileak bigarren zatian bere taldea «beldur handiegiz» zelairatu zela onartu zuen.

Dena den, balorazio positiboa egin zuen Caparrosek «gaur aurrera pausoa eman dugu, irabaztea posible ez denean berdintzen jakin beharra» dagoela esan zuen.

Unai Emery aldiz, «pozik baina gehiago atera zitekeelako sentsazioa» zuela onartu zuen. Gipuzkoarraren ustez, «Del Hornoren kanporatu dutenetik» bere taldeak argi zeukan «partidaren bila joan behar genuela, eta hori egin dugu». Lan horretan, Hondarribiarrak nabarmendu zuenez, «San Mames bezalako futbolaren tenplu batean, norgehiagoka irabazteko aukera nahiko sortu ditugu». Hortaz, eta nahiz eta bere taldeak hiru puntuak eskuratu ez, Emeryk honako gogoeta interesgarria bota zuen: «guk izaera irabazlea erakutsi dugu. Izan ere, irabazlea ez da beti garaipena lortzen duen hori, baizik eta uneoro irabazi gura duena».

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