Sometido a una fuerte presión de la oposición kemalista y de la prensa panturca, que coincidió con manifestaciones «espontáneas» en muchas localidades turcas, el Gobierno del AKP (islamista moderado) anunció ayer, tras una reunión del Consejo Superior de la Lucha contra el Terrorismo, que «se han dado las órdenes oportunas, en connivencia con el Ejército», para el inicio, «si es necesario, de una operación transfronteriza» contra el PKK, en referencia a un asalto a Kurdistán Sur (actualmente Irak) que sirve de retaguardia a la guerrilla kurda.

La cadena de televisión CNN-Türk añadió además -extremo no confirmado oficialmente- que el Ejecutivo de Recep Tayip Erdogan estaría redactando un proyecto de resolución para que el Parlamento autorice esta operación militar.

Observadores coinciden en que el Ejército, que reclama desde hace meses una autorización de este tipo, habría recibido una primera luz verde por parte del Ejecutivo islamista. Un Gobierno contra el que el diario «Vatan» arremetía ayer al titular con un contundente «¡Acabad con estas lágrimas!» a cinco columnas y fotos de los últimos quince soldados muertos en acciones del PKK.

Washington y Bagdad

EEUU se apresuró a salir al paso de las amenazas. «No estoy seguro de que las incursiones unilaterales sean la solución para resolver este problema», aseguró el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack

El Gobierno iraquí, en el que participan los dirigentes de Kurdistán Sur, reiteró la vigencia del reciente acuerdo se seguridad con Ankara, que prohíbe una operación de este tipo.

Erdogan llevará sin duda en la maleta la cuestión en su visita a EEUU a finales de noviembre.