El nuevo informe de la ONU denuncia «la creciente violencia, que tiene como objetivo los lugares públicos y abarrotados, y que busca causar el mayor número de víctimas y crear el caos y la pérdida de toda apariencia de control gubernamental».

Un Gobierno «enfrentado a una oposición continua a su autoridad y en una situación humanitaria que empeora, y que parece incapaz de impedir un deterioro de la situación», explicó el portavoz de la misión de la ONU, Said Arikat, al hacer público el último informe.

Arikat, que acaba de regresar de una visita a los campos de desplazados, aseguró que estos 2,2 millones de iraquíes, a los que hay que sumar otros 2 millones de huidos al extranjero, afrontan gravísimas dificultades para soobrevivir.

Movimiento de población

La ocupación de Irak ha provocado el mayor movimiento de población registrado en Oriente Medio desde 1948, cuando Israel expulsó a buena parte de la población palestina de su tierra.

Un reciente informe de la ACNUR denuncia que 100.000 personas huyen de sus casas cada mes y que 11 de las 18 provincias de Irak prohíben ya la llegada de más desplazados. «La situación es dramática», denunció ayer el enviado de la ONU.

Estas restricciones coinciden con las que se han visto obligados a poner en marcha Siria y Jordania, países que no pueden con la avalancha de refugiados.

El informe de la ONU hecho público ayer pone el acento en otra cuestión, el acelerado ritmo de detenciones en el Irak ocupado. A día de ayer se contabilizaban 44.325 prisioneros, con lo que tanto el sistema penitenciario como el judicial están totalmente colapsados.