El secretario general del sindicato agrario EHNE-Nafarroa, Fermín Irigarai, reclamó ayer a la Administración «más valentía e imaginación» para poder hacer frente a la crisis que atraviesa el sector ganadero.

Irigarai encabezó en Iruñea una manifestación en la que los baserritarras exigieron «medidas urgentes» para hacer frente a la crisis y subrayaron el «momento tan delicado» que atraviesa la ganadería.

En declaraciones a Efe indicó que las ayudas anunciadas por la consejera de Desarrollo Rural del Gobierno de Nafarroa, Begoña Sanzberro, «son bienvenidas y necesarias para paliar» esta crisis, pero «hay que ser más valientes e imaginativos».

Ayudas de la UE

Irigarai manifestó que la Unión Europea «permite establecer otro tipo de ayudas» y EHNE reclama que se aumenten hasta los 200 euros por hectárea los módulos que cobran los ganaderos y que se concedan ayudas agroambientales directas que por su carácter más estructural «pueden ser una solución a futuro y sobre todo en el plazo de los próximos cinco o seis años».

El secretario general del sindicato agrario EHNE-Nafarroa añadió que el sector se encuentra ante «una gran crisis de precios», ya que se ha producido un aumento «desmesurado y sin motivo» del precio de los piensos y ello «se agrava por el estancamiento y descenso de los precios de la mayoría de nuestros productos».

Una situación que EHNE quiere trasladar a la sociedad por entender que es necesario la implicación de todos en la búsqueda de soluciones, desde la Administración hasta el consumidor, ya que en caso contrario «en dos o tres meses pueden cerrar el 30% de las explotaciones», precisó Irigarai.

El pasado lunes, el Ejecutivo de Iruñea presentó el plan de emergencia que ha elaborado para hacer frente a la crisis del sector. El proyecto contempla 18 medidas que incluyen actuaciones generales para todos los tipos de ganadería, ayudas puntuales para las explotaciones en situación crítica y ayudas estructurales a largo plazo.

Sanzberro indicó entonces que la situación por la que están atravesando las explotaciones ganaderas evidencian «los riesgos de depender del exterior para el suministro de alimentos».

Los baserritarras calificaron este plan, que está dotado con 18 millones de euros, como un «mero parche» ante una crisis que es «la punta del iceberg» de la situación. Consideraron, por ello, que si realmente quieren atajar la realidad actual, la Administración «debería demostrar un compromiso real y una voluntad política que rescate a las explotaciones».