El premio Nobel de Literatura, prestigioso galardón dotado de diez millones de coronas suecas -más de un millón de euros-, será entregado a Doris Lessing en una ceremonia a celebrar en Estocolmo el 10 de diciembre, aniversario de la muerte de su fundador, Alfred Nobel.

La británica se convierte así en la undécima mujer en recibir el citado premio, desde su primera edición en 1901. La austríaca Elfriede Jelinek la precedió hace tres años, y la poetisa chilena Gabriela Mistral fue la primera galardonada, en 1945.

Sentada plácidamente en el porche de su casa, al norte de Londres, la sucesora de Orhan Pamuk se mostró, en declaraciones a la prensa, «encantada» de haber ganado, según ella, «el premio más prestigioso y glamuroso de todos».

Doris Lessing, quien lleva escribiendo desde la década de los 50, tiene en su haber infinidad de premios, entre los que destacan el Príncipe de Asturias de las Letras, el David Cohen a la literatura británica, el Premio Internacional de Catalunya, el Internazionale Mondello, el Médicis del Estado francés, el Austríaco de Literatura Europea y el Shakespeare de la República Federal de Alemania.

Elección inesperada

Tras aparecer en las quinielas año tras año, en los últimos años la veterana escritora había desaparecido de todas ellas y su elección, una de las decisiones «más meditadas» que la Academia ha tomado nunca, según su secretario permanente, Horace Engdahl, ha creado sorpresa. El jurado hace referencia a «su capacidad para transmitir la «épica» de la experiencia femenina y narrar la división de la civilización con escepticismo, pasión y fuerza visionaria», como motivación de un fallo que, aunque premie a una eterna candidata, sigue apostando por un nombre inesperado, obviando a los favoritos de las quinielas, el italiano Claudio Magris, el sirio Adonis o el estadounidense Philip Roth.

Narradora comprometida con el feminismo y las causas de los débiles y de formación autodidacta, Doris Lessing es autora de más de cuarenta obras, algunas de ellas con carácter autobiográfico, arraigadas en sus recuerdos infantiles de África -donde vivió casi treinta años- y en sus desengaños políticos.

Según el escritor Jose María Guenbelzu, «comenzó a escribir en el tono realista de quien mira al mundo e indaga en las relaciones entre las personas, para desplazarse después hacia textos de ciencia ficción, con un estilo «casi confesional». Los últimos años, ha recuperado su tono realista, que adquiere una extraña sabiduría al hablar, como suele ocurrir con personas de cierta edad».

Los conflictos entre culturas, la desigualdad racial y la contradicción entre conciencia individual y bienestar colectivo son algunos de los temas tratados en su producción literaria, donde destaca «El cuaderno dorado» como su título más decisivo y donde «The Cleft» es, a día de hoy, su último aporte.

También ha publicado dos volumenes de su biografía, y obras teatrales. Como curiosidad, apuntar el libreto operístico realizado junto al compositor Phillip Glass, su participación colectiva sobre la Biblia, en la que también participaron, entre otros, el rockero Nick Cave, y varios trabajos escritos sobre los gatos, su autentica pasión.