Un gol de Kike Sola a dos minutos del final inclinó la balanza del lado navarro
Los rojillos se lo toman en serio y derrotan al Girondins
Los de Ziganda firmaron un partido serio en defensa y efectivo en ataque, sobre todo en el primer tiempo
Natxo MATXIN | IRUÑEA
Osasuna no hizo caso del carácter amistoso del enfrentamiento ante el Girondins y se tomó muy en serio el envite frente al conjunto que ya eliminara en los dieciseisavos de la Copa de la UEFA de la edición pasada. Estaba claro que había un buen número de jugadores sobre el césped que no podían dejar pasar la oportunidad que les brindó Ziganda.
Y la gran mayoría la supieron aprovechar. Entre ellos, Krutxaga, que no sólo se manejó sin problemas en su habitual puesto de central -jugará también en Almería-, sino que además volvió a demostrar que prosigue con el olfato goleador de la anterior campaña, cuando anotó dos dianas ante el Levante y el Recreativo. El de Ezkaroze dio buena cuenta pasado el cuarto de hora de la peinada de Javi García a saque de corner de Juanfran para alojar, de cabeza, el balón en las mallas de Valverde.
Osasuna conseguía así el merecido premio a su solidez defensiva y solvencia en ataque. Los rojillos ofrecían buenas pinceladas de fútbol con el marcador a favor, mientras el Girondins se empleaba con dureza para cortocircuitar las acometidas de los navarros, hasta el punto que el colegiado se vio obligado a pedir calma a ambas escuadras.
Empate al filo del descanso
La seguridad en la zaga osasunista propició que Erize y Font llevaran la batuta en la medular, canalizando el juego y llevando el peligro a la meta rival. De ello se aprovechó Portillo para generar dos buenas ocasiones -una salió rozando el poste-, pero el de Aranjuez sigue negado de cara a la portería contraria.
Mientras Osasuna se encontraba muy a gusto sobre el terreno de juego del campo municipal de Capbreton, los borde- leses no veían el camino para crear peligro en las inmediaciones de Elia. Sus acometidas morían en los últimos metros, pero cuando precisamente los rojillos firmaban sus mejores minutos, el Girondins anotó el gol del empate.
Silva aprovechó un rechace dentro del área para conseguir el 1-1, que no hacía justicia a los méritos de ambos. Los de Ziganda volvían a encajar un gol al filo del descanso, lo que dejaba abierto el choque con vistas a una reanudación que se aventuraba al menos interesante.
Sin embargo, la segunda parte no respondió a las expectativas. Los cambios de jugadores y posiciones -Javi García pasó a ser central y Corrales ocupó el volante derecho- que estableció Ziganda tras el paso por vestuarios provocaron un bajón en el ritmo rojillo, a la par que una mayor presencia del Girondins.
El dominio bordelés se lo sacudió Osasuna mediado este segundo periodo, en el que la escuadra navarra trató de sorpren- der a su oponente con jugadas a la contra. Un centro de Corrales, curioso carrilero diestro, permitió que Kike Sola cabeceara de manera perfecta y obtuviera el 1-2 definitivo a dos minutos para el final. El resultado sólo peligró por una increíble falta pitada dentro del área por el colegiado, pese a que el esférico no estaba en juego.