Serbios y kosovares se renunirán mañana en Bruselas para intentar, por segunda vez en forma directa y bajo mediación de la troika internacional, negociar el futuro estatus de Kosovo, sin que haya señales de acercamiento entre ambas partes.

Tanto Belgrado como Pristina siguen atrincherados en sus posiciones opuestas y la troika formada por Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia tiene la difícil tarea de llevarlos hacia un consenso antes del 10 de diciembre, cuando termina la nueva fase negociadora.

La delegación de Belgrado, encabezada por los ministros para Kosovo, Slobodan Samardzic, y de Exteriores, Vuk Jeremic, presentará en detalle su oferta de autonomía para el territorio.

El equipo negociador kosovar, liderado por el presidente, Fatmir Sejdiu, explicará su propuesta de «relaciones de buena vecindad entre dos estados soberanos», en otras palabras, la independencia de Kosovo.

Un millón por Mladic

Serbia, por otra parte, ha ofrecido una recompensa de un millón de euros por informaciones que lleven a la captura de Ratko Mladic, el ex líder militar de los serbios de Bosnia reclamado por el Tribunal Penal de La Haya.

La detención de Mladic es una de las condiciones que se exigen a Serbia para firmar un Acuerdo de Estabilización y Asociación con la Unión Europea, el primer paso hacia una futura adhesión de Belgrado a los 27.