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El debate sobre el cambio climático se «calienta» en los polos

«Las cosas son más complicadas de lo que la propaganda oficial dice»

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Antón Uriarte
Escéptico del «catastrofismo climático»

Catedrático de Geografía durante 25 años de la UPV-EHU y estudioso del clima desde 1980, desde hace año y medio ofrece en su blog «co2» -con ya un millón de visitas- un punto de vista escéptico sobre lo que llama «catastrofismo climático».

Por simplificarlo, el Ártico se deshiela y la Antártida se congela. ¿A qué se debe esa diferencia?

No hay que exagerar. El hielo marino del Ártico -que, recordemos, es un océano- ha experimentado en los ultimos 10 años una tendencia a la disminución tanto en los mínimos de verano como en los máximos de invierno. La disminución de este verano ha sido muy grande,lo cual no quiere decir que en invierno no se recupere, porque ya ha comenzado de nuevo la congelación. El hielo del Ártico se mueve, es decir, no hay una banderita fija en el Polo Norte, y está sometido a la mayor o menor entrada de agua cálida proveniente del Atlántico y del Pacífico. No se achaca directamente al CO2 la pérdida de hielo. Las corrientes marinas, el ozono troposférico, el polvo proveniente de los continentes y las nieblas que forman son otros posibles candidatos.

¿Y qué pasa con la Antártida?

Allí, la banquisa de hielo marino rodea al continente -porque la Antártida es un continente-. Es también un hielo estacional, con gran extensión a finales del invierno austral, como ahora en setiembre, y mínima al final del verano austral, en marzo. Al contrario que en el Ártico, la tendencia es al alza. Y, sin embargo, el CO2 se ha incrementado lo mismo en uno y otro polo. El CO2, sospechoso habitual, no ha podido cometer los dos crímenes, en el Ártico y en la Antártida, pues su concentración atmosférica en los dos sitios ha aumentado, como se demuestra con los datos en la mano de las estaciones ártica de Barrow y antártica de Amundsen-Scott. Luego las cosas son bastante más complicadas de lo que la propaganda dice.

¿No resulta, entonces, preocupante, lo que está ocurriendo en el Ártico?

Para mí no. Y para los osos polares, que ya han pasado otras épocas de más deshielo que el actual, tampoco.

Curiosamente, hay voces que apuntan a que este deshielo puede conducirnos a una futura glaciación. Incluso el premio Nobel mejicano Mario Molina, de visita en Bilbo en abril, advirtió de que el calentamiento terrestre puede llevar a un nuevo periodo glaciar. ¿Pero no nos alertan de que la Tierra se calienta y que las temperaturas medias subirán?

Bueno, la teoría consiste en que el aumento de las temperaturas provoca más lluvia en las latitudes árticas, el agua se dulcifica, se hace menos densa, no se hunde, y traba el circuito termohalino, deteniendo a la corriente del Golfo. Pero no parece que esté sucediendo. El premio Nobel Molina -se le concedió en la categoría de Química por descubrir el agujero de la capa de ozono-, en cualquier caso, es bastante bobo y de climatología no creo que sepa gran cosa.

Por cierto, se nos habla de la elevación del nivel de los mares debido al deshielo. ¿Hasta qué punto es un riesgo?

Se nos habla de 2o centímetros de aquí a 2050. Un palmo. Vamos, tremendo. Lo de los 4 a 6 metros del último informe de la ONU es para más allá de este siglo, pero claro, como nadie se lo lee...

J.V.

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