El ex parlamentario y ex alcalde de Cortes Angel Rincón hizo las labores de portavoz en la presentación de una iniciativa que reúne a vecinos de su pueblo, Tutera, Fustiñana, Corella, Murchante, Cabanillas, Castejón, Cintruénigo, Faltzes, Alesbes, Caparroso, Tafalla y los valles de Zaraitzu y Erronkari, también «congozantes» de las Bardenas. El 31 de diciembre de 2008 finaliza el convenio de uso del territorio firmado por la Junta que gestiona el territorio y el Ministerio de Defensa español, y que ha permitido que continúe la ocupación del polígono de tiro durante siete años más tras los 50 del primer convenio. Los vecinos no quieren esperar a que se repita lo ocurrido en 2001, y salen a la palestra para exigir ya que se detenga cualquier amago de negociación.

Se dirigieron muy directamente al presidente de la Junta de Bardenas y ex diputado y ex parlamentario de UPN, José Antonio Gayarre. Le recordaron que «el polígono de tiro no tiene precio. Queremos dejar muy claro que no cabe negociación sobre Bardenas, que no se pueden cambiar bombardeos por euros. Le decimos expresamente a José Antonio Gayarre, destacado militante de UPN-PP, que le hacemos responsable a él en persona y a su partido sobre cualquier iniciativa para negociar con el Ministerio de Defensa a cambio de euros. Y que en el caso de que alguien ya esté negociando, que se paralice toda negociación», añaden.

A Sanz y Zapatero

Su mensaje, canalizado en torno a un manifiesto para el que se recogerán firmas, tiene también como destinatarios a los presidentes de los gobiernos de Iruñea y Madrid. A Miguel Sanz le indicaron que «ha llegado la hora de que asuma en primera persona la responsabilidad de hacer respetar la voluntad del Parlamento y de la mayoría de los ayuntamientos navarros». Y a José Luis Rodríguez Zapatero le emplazan a «paralizar el uso de nuestra tierra bardenera por el Ministerio de Defensa y la OTAN». «Ya no valen excusas», añaden ante argumentos como el de que no se halla otro emplazamiento. «Nuestras casas y pueblos, nuestra naturaleza, nuestra gente es lo más importante. Que se vayan», añaden.

El manifiesto tiene como objetivo unir en torno a él a las distintas sensibilidades políticas y sociales que llevan décadas rechazando el polígono. Comienza añadiendo a la defensa de «nuestra soberanía». Cita los acuerdos parlamentarios y municipales contra la instalación militar. Y lanza incluso un llamamiento a la solidaridad al resto del Estado español y al conjunto de Europa.

En esta línea, anuncian que «queremos las Bardenas para uso y disfrute de vecinos y vecinas, y de visitantes». Pero reclaman también «que no vuelen con sus máquinas de guerra por ningún cielo de la tierra y que los gastos militares se destinen a gastos sociales, queremos la paz en todos los conflictos del mundo». Al hilo de ello, reivindican finalmente que «diálogo, acuerdo y negociación sean los elementos centrales de superación de cualquier conflicto, y por ello debemos empezar por nuestra propia casa, por nuestro propio pueblo, y para ello necesitamos desmilitarizar nuestros pueblos y barrios y caminar hacia una paz justa y duradera».