Irán afirmó que la dimisión de su principal negociador en el ámbito nuclear, Alí Lariyani, no supone ningún cambio en la política atómica de Teherán o en la fecha de la negociación sobre esa cuestión con la UE.

El portavoz del Gobierno iraní, Gholamhosein Elham, señaló a la agencia IRNA que posiblemente sea el propio Lariyani o el viceministro para los Asuntos de Europa y América, Said Yalili, «o lo dos» quienes viajen el martes a Roma para reunirse con el alto representante de Política Exterior de la UE, Javier Solana.

Precisamente, Yalili será el sucesor de Lariyani, ya que fue promocionado al cargo de secretario del Consejo Supremo de la Seguridad Nacional. Yalili está considerado como un hombre muy próximo al presidente Mahmud Ahmadineyad y cuenta con experiencia en las negociaciones sobre el programa nuclear, ya que ha participado en varias reuniones con países occidentales sobre esta cuestión formando parte del equipo de Lariyani.

Yalili formó parte también de la delegación iraní que acompañó a Ahmadineyad durante su reciente viaje a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU. Al igual que el presidente, Yalili es un veterano de la guerra contra Irak (1980-88), donde resultó herido en una pierna.

«Yalili está muy próximo a Ahmadineyad y es uno de los diplomáticos más experimentados del Ministerio de Asuntos Exteriores», destacó la página web Rajanews, dirigida por Fatemeh Rajabi, la mujer del portavoz del Gobierno.

Según el analista Mohammad Sadegh al-Hosseini, esta nominación permitirá a Ahmadineyad controlar aún más de cerca la política nuclear. «Es un paso más para reforzar el sector de Ahmadineyad y cerrar la puerta a cualquier discrepancia. Además, le sirve para preparar las elecciones legislativas (2008) y presidenciales (2009)», dijo.

A la hora de realizar un balance de la gestión de Lariyani al frente del equipo negociador iraní, los analistas destacaron su firmeza en la defensa del programa nuclear. En este sentido, defendió la aceleración de los trabajos de enriquecimiento de uranio pese a la oposición occidental, al considerar, siguiendo la línea oficial marcada por Ahmadineyad, que el acceso a la energía nuclear para uso pacífico es un derecho que corresponde a Irán y que ningún país extranjero puede condicionarla.