La plena vigencia de la Propuesta de Marco Democrático fue el hilo conductor de la comparecencia ayer en Iruñea de Pernando Barrena y Patxi Urrutia -este último de regreso de Madrid tras ser detenido y pasar por el despacho de Baltasar Garzón-. Ante decenas de simpatizantes de la izquierda abertzale, ambos portavoces incidieron en la fórmula de la doble autonomía con derecho a decidir como la pieza clave para llegar en el futuro a un acuerdo resolutivo y para lograr el cambio político ansiado, también en Nafarroa: «Si hay que ponerle nombre y apellido a ese cambio, éste es: Marco Democrático para Euskal Herria», dijo al respecto.

Barrena no pasó por alto otros elementos de actualidad como la iniciativa de Juan José Ibarretxe o las reciente visitas de éste y de Miguel Sanz a La Moncloa. El cuadro resultante, en su opinión, evidencia el ansia mayoritaria de cambio. Sin embargo, el mahaikide alertó de que este deseo social puede canalizarse en «dos direcciones»: la que haga surgir «un marco democrático» o la que prolongue «el sometimiento a la Constitución». La primera, añadió, abriría las puertas a todas las opciones, mientras que la segunda se las seguiría cerrando a una de ellas: la independencia.

PNV y NaBai

Barrena se mostró convencido de que, aunque ahora haya quedado sobre la mesa, la Propuesta de Marco Democrático contiene los contenidos que lle- varán un día a la solución. Reiteró por ello la necesidad de difundirla y puso el acento en que «no queremos reivindicar ninguna propiedad sobre ella, queremos que sea de todos». En el escenario, a sus espaldas, se había colocado un panel con el lema «Marko Demokratikoa Euskal Herriarentzat. 4 herrialdeetarako autonomia+erabakitze eskubidea».

Con su rechazo a esta fórmula, el mahaikide navarro consideró que tanto el PSOE como el PNV «han preferido mantener un marco que niega el derecho a decidir y que parte el país, dentro de las fronteras de la Constitución». Así las cosas, consideró evidente que la pugna dialéctica que ahora mantienen ambos partidos en torno a la propuesta del lehendakari debe tomarse sólo como «una escenificación cuyo objetivo son las elecciones de marzo».

Aludiendo a la imagen de Zapatero e Ibarretxe el martes en La Moncloa, Barrena habló de «confrontación fingida y virtual» y se mostró seguro de que buscarán tras los comicios un acuerdo neoestatutario, «en los límites de la Constitución española y marginando el principio de territorialidad».

Pernando Barrena y Patxi Urrutia incluyeron a Nafarroa Bai en esta maniobra. Urrutia, en concreto, acusó a la coalición de «apuntalar el marco de partición» y de pretender también «hacer negocio», y puso como prueba la actitud mostrada en la negociación frustrada con el PSOE. Frente a ello, tanto uno como otro resaltaron que «el futuro de Nafarroa está en Euskal Herria».

Siguiendo con el caso de Nafarroa, Pernando Barrena se refirió al desenlace de la recepción al presidente navarro el miércoles en La Moncloa: «Sanz salió muy relajado, como cuando alguien se toma una copa con un amigo. Y no es para menos. Su amigo de Madrid le hizo todo un señor regalo este verano. Sanz y UPN saben que no ganaron en las urnas, sino que disfrutan el gobierno merced a un PSN-PSOE cobarde. El miércoles estrecharon la mano dos personas que niegan la mayoría de edad política a los navarros y navarras. Ambos reafirmaron que van a seguir manteniendo a Nafarroa atada a España. Nos están diciendo que no somos dueños de nuestro futuro, ésa es la foto de la reunión», concluyó.

«La represión no da réditos»

El acto fue seguido por diferentes medios de difusión y congregó a decenas y decenas de simpatizantes. Pernando Barrena había iniciado su intervención reclamando un aplauso para los compañeros encarcelados. Junto a Patxi Urrutia, que recibió múltiples saludos de los presentes, abrió entonces un cartel con una foto de los mahaikides y el lema «Free Batasuna», que ha circulado por diferentes países desde la redada de Segura.

«No es cómodo hacer política en esta situación, pero la izquierda abertzale tiene un compromiso con este país y con la defensa de los derechos nacionales de este pueblo. Es el compromiso de los encarcelados, el mío, el vuestro, y para ello no escatimaremos el mínimo esfuerzo», dijo Barrena. Ya al inicio de su discurso había insistido en la necesidad de mantener la iniciativa política: «Con toda la que está cayendo, a alguno le extrañará que hablemos de propuesta política, pero no sabemos hacer otra cosa».

Barrena añadió que la situación no es nueva: «Hace diez años ocurrió algo similar». Pero remarcó que «la represión nunca da réditos a quien la practica. Y no puede hacer cambiar el destino de los pueblos. Sólo va a retrasar lo inevitable».