Unos 30 millones de polacos están llamados a votar en las elecciones generales de hoy, que se han convertido en un plebiscito sobre el Gobierno de los gemelos Lech y Jaroslaw Kaczynski.

Todos los sondeos auguran la derrota de su partido, el ultraderechista Ley y Justicia (PiS), pero las horquillas que atribuyen los institutos demoscópicos a la formación gubernamental y a la opositora Plataforma Liberal (PO, derecha) son tan amplias que nadie excluye que se produzca una sorpresa.

Según las encuestas, la PO, liderada por Donald Tusk, obtendría entre el 32% y el 44% de los votos, mientras que el PiS se haría con una horquilla entre el 24% y el 36%. Tanto los líderes de la PO como los del PiS provienen del sindicato anticomunista Solidarnosc.

En estas elecciones votarán por primera vez los jóvenes que nacieron después del desmantelamiento del sistema socialista en 1989. Los analistas estiman que una alta participación mejoraría las opciones de vencer de la PO. En este sentido, cabe destacar que los polacos residentes en el extranjero que se han inscrito para votar hoy son cuatro veces más que los que lo hicieron en los anteriores comicios.

El único líder extranjero que ha acudido a Polonia a mostrar su apoyo a la PO ha sido el ex presidente del Gobierno español José María Aznar. La canciller alemana, Angela Merkel (CDU), no ha viajado a Polonia porque su presencia podría favorecer al PiS.

Ultraderecha en Suiza

En Suiza también se celebran elecciones hoy y el principal favorito es la formación ultraderechista UCD-SVP, liderada por Christoph Blocher, que defiende un discurso xenófobo y que puede poner en riesgo el sistema tradicional de Gobierno.