KOKA 20 GONZALEZ  22

Sebastien Gonzalez salió vivo de la ruleta rusa en la que se convirtió el partido de ayer en el Labrit y se enfrentará al vigente campeón Juan Martínez de Irujo. Como reconoció el propio pelotari lapurtarra al término de un choque marcado por los constantes errores de ambos contendientes, el de Aspe se llevó el triunfo simplemente porque tuvo «más suerte» en los instantes finales. Con este resultado, se confirma la supremacía de Aspe en este cuatro y medio, que se asegura la presencia de dos de sus pelotaris en la próxima liguilla de semifinales.

Salvo por la emoción final, los telespectadores que se quedaron con las ganas de ver el partido no se perdieron gran cosa, ya que ambos contendientes desarrollaron un juego muy poco consistente, con muchos huecos en defensa y muy pocos momentos brillantes.

Juantxo Koka salió decidido a tomarse la revancha de su eliminación en la edición del año pasado ante el mismo rival en Bergara y tuvo un comienzo arrollador, sacando provecho del saque-vuelta y de los múltiples errores del pupilo de Panpi Ladutxe, que no lograba entrar en el partido y concedió un 6-0 inicial que no presagiaba nada bueno para sus intereses. Sin embargo, la irregularidad es la principal característica de los dos contendientes de ayer en Iruñea y el partido se igualó enseguida, consiguiendo Gonzalez empatar a ocho tras una pelota a placer que Juantxo Koka mandó bajo chapa.

Estirón de Koka

Sin embargo, tras un intercambio de tantos en el que nadie conseguía imponerse, Gonzalez volvió cometer errores que en condiciones normales cuestan el partido, lo que aderezado con una falta que pareció no ser, dio a Koka la oportunidad de pegar un estirón 19-15, que se intuía definitivo.

Sin embargo, el delantero de Altza no tuvo ese instinto asesino que sí tuvo en su enfrentamiento de Basauri ante Enrique Galarza y permitió al lapurtarra volver a meterse en el partido, una oportunidad que el de Azkaine no dejó pasar.

Cada tanto valía su peso en oro en esta fase final del encuentro y esto fue evidente en el tanto que supuso el empate a veinte, sin duda el más peloteado del partido, en el que, tras exhibir una defensa hasta entonces infrautilizada, el de Aspe empató el partido de una gran dejada. Un tanto de saque -muy cerca de la falta- y una buena volea dieron vida a Gonzalez y condenaron a Koka.