crónica | II congreso federal de ela hainbat
Elorrieta afirma que Lakua se guía por el «money is money»
José Elorrieta, secretario general de Ela, aseguró ayer en el II Congreso federal de Hainbat que el Gobierno de Lakua se mueve por ese dicho inglés «money is money» a la hora de explicar el porqué del seguidismo a determinadas políticas del Gobierno español y de la cesión a los lobbys económicos y empresariales. El líder sindical recobró ayer el pulso sindical.
Juanjo BASTERRA
Ante los 174 delegados de empresas químicas, papel, medios de comunicación, transporte y construcción, que conforman la Federación Hainbat de ELA, José Elorrieta repasó la actividad sindical, social y política de esa organización en los últimos años, teniendo en cuenta que se encuentra ya a tan sólo unas semanas de dejar su cargo. Gurutz Gorraiz continuará en su cargo de secretario general de esa federación, al obtener el 84% de los votos en la votación celebrada. En la intervención, Elorrieta explicó que el Gobierno de Lakua apoya a los «poderosos» y remarcó que, «aunque en la teoría nos dice que no siguen los pasos ni las actuaciones del Gobierno español», en la práctica «se manifiesta su seguidismo».
Puso como ejemplo el último «grave problema» que ha surgido en la fundación para la formación profesional continua Hobetuz. Lakua ha aceptado el método español de formación continua y deja a la fundación vasca sin posibilidad de ahondar en la cualificación profesional, como lo hacía hasta la fecha. Dijo que interpeló a un alto cargo de Trabajo por esa actitud de coger la subvención económica y condicionar el modelo de Hobetuz, y «me contestó: `money is money'. No me lo dijo ni en euskara, ni en castellano. Esa es la actitud. Ni le preocupó el futuro de la formación profesional ocupacional».
Por lo que el líder de ELA se preguntó «cómo va a defender el lehendakari Ibarretxe la consulta popular, si no es capaz de defender lo que es una competencia como la de Hobetuz». También desveló que hace tres o cuatro años «un consejero nacionalista de Lakua» le expresó que «cobramos demasiadas subvenciones del Gobierno para hacer el sindicalismo que hacemos».
Elorrieta preguntó a los asistentes «cómo se le llama a eso», a lo que los delegados le contestaron que es «chantaje». Por lo que el secretario general de ELA precisó que «no sólo es chantaje, sino una pérdida del estilo». Por ese motivo, alentó a los delegados de la Federación Hainbat a «crecer en afiliación para conseguir la autonomía financiera». Según los datos que destacó, ELA cuenta con 108.500 afiliados, con una representatividad del 40% en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y del 22% en Nafarroa. Además «rozamos el 90% de autonomía financiera. En dos o tres años, vamos a estar por encima del 90%, por la vía de las cuotas. Desde esa libertad diremos lo que no nos gusta».
En este sentido, señaló que «no nos gusta esa connivencia entre las instituciones y los grupos empresariales y económicos». Lamentó que exista un alto apoyo a los empresarios desde los departamentos de Industria, Trabajo y Educación, el caso de Hobetuz, o el camino emprendido hacia la privatización de la Sanidad pública porque, entre otros muchos ejemplos, se debe «a que el Gobierno de Ibarretxe cede ante los lobbys económicos y empresariales. No atiende a los más necesitados, en cambio se avanza en el recorte de las pensiones, en la privatización de la Sanidad pública y en la continua bajada de impuestos a los empresarios».
Premio a la siniestralidad
Criticó que el Gobierno de Lakua «reconoce el aumento de un 41% de la siniestralidad laboral mortal y, en vez de actuar impulsando medidas preventivas, la lucha contra la precariedad y actuaciones coercitivas contra los empresarios, decide dar un premio a los empresarios que tengan menos siniestralidad en sus empresas. Otro `sarao' que montarán».
José Elorrieta apostó por el trabajo de las fuerzas soberanistas para avanzar en Euskal Herria, pero advirtió a los delegados de la Hainbat que «debemos tener contacto con la gente. Estar cerca para defender al trabajador».
Lamentó el modelo de diálogo social que se quiere aplicar, «porque sólo defiende a los empresarios» y reconoció, como paso positivo, la huelga que ELA realizó con LAB en favor de las 35 horas. «Cuando el sindicalismo vasco se une, se ve con fuerza que esto no es España. Hay que avanzar en esta línea», precisó, porque ELA no quiere caer en el modelo de sindicalismo español.
Terminó «con un ejemplo comparativo de lo que es un modelo sindical, que me ha dicho «Txiki» -Adolfo Muñoz- que exponga, sobre las cajeras de los supermercados franceses y belgas. Las primeras no están sindicadas. ¿Por qué no? Porque son mujeres, nos dicen; tienen contratos eventuales y no les interesa. La belgas sí están afiliadas. ¿Por qué? Porque son mujeres, tienen contratos eventuales y les interesa». Dijo que «el modelo francés es la coartada, y el belga, la explicación. Dos maneras de hacer y entender el sindicalismo», según explicó el dirigente sindical de ELA.