Los talibán siguen ganando terreno y avanzan al oeste de Afganistán
Seis años después de que fueran obligados a replegarse ante la potencia de fuego aéreo estadounidense, los talibán prosiguen con su ofensiva para retomar el control de vastas zonas del país. Uno tras otro, los distritos siguen cayendo en sus manos y están comenzando a hacerse fuertes en el «pacificado» oeste de Afganistán. Una columna de 400 guerrilleros ha tomado en las últimas horas el control del distrito de Gulistán, en la provincia occidental de Farah.
GARA |
Los talibán, expulsados del poder tras una campaña de bombardeos estadounidenses que comenzó el 7 de octubre de 2001, han tomado en las últimas horas el control de otros dos distritos del sur y el oeste de Afganistán.
Procedente de Helmand, uno de sus bastiones en el sur del país, una columna de 400 guerrilleros tomó a última hora del lunes el control del distrito de Gulistán, en la provincia de Farah, en el oeste de Afganistán.
Horas después de que el portavoz talibán Yussuf Ahmadi reivindicara la «liberación» de este distrito, el jefe de la Policía provincial de Farah tuvo que reconocer los hechos aunque matizó que «nuestras fuerzas han realizado una retirada táctica».
Fuerzas de la OTAN acudieron a la zona en un intento de expulsar a los guerrilleros. Los combates se han saldado en las últimas horas con decenas de muertos, entre policías afganos, civiles y milicianos talibán.
No obstante, el portavoz aliado y mayor Charles Anthony se negó a confirmar estos enfrentamientos. Hacerlo supondría reconocer que la contraofensiva talibán se extiende poco a poco a la mayor parte del país, incluyendo el oeste, que los medios occidentales han presentado en los últimos años como «totalmente pacificado» al margen de la acción de señores de la guerra que actuarían por su cuenta.
Fue esta tesis la que manejó el Gobierno español al presentar como accidente la muerte de 17 militares españoles muertos al estrellarse su helicóptero en agosto de 2005 en la provincia occidental de Herat.
La realidad se impone y otros dos soldados del Ejército español morían en setiembre en un ataque talibán. La base española volvió a ser atacada anteayer.
Una retirada tras otra en el sur
En la provincia de Kandahar, feudo histórico de la corriente islamista rigorista de los talibán (de talib, estudiante del Corán), la guerrilla sumó un nuevo distrito, el de Arfhandab, a la lista de los que tiene bajo su absoluto control desde hace meses.
El jefe de la Policía provincial, Sayed Aqa Saqib, confirmó que «los insurgentes se han infiltrado recientemente en la zona» y anunció otra ofensiva de la OTAN, ésta sí reconocida por el mayor Anthony, que aseguró que las fuerzas ocupantes aliadas habrían matado a otros 25 «talibán» en su operación de castigo aéreo y terrestre.
En la provincia de Uruzgan (centro-sur), el Ministerio de Defensa del Gobierno títere de Kabul anunció la muerte de otros tres talibán en Baluchi, territorio que es desde el pasado fin de semana escenario de graves enfrentamientos armados.
En el este, un alto responsable de los servicios de información de la provincia de Laghman y tres de sus guardaespaldas murieron en un ataque con bomba en el distrito de Qarghai.
Finalmente, al menos un soldado occidental murió y varios resultaron heridos ayer en un ataque talibán a la base áerea de la OTAN en Kandahar. En lo que va de año han muerto ya más soldados ocupantes (191) que en todo el ejercicio de 2006.
Lejos, no obstante, de los más de 5.000 afganos que han muerto en estos diez meses, los más sangrientos desde el final de los bombardeos estadounidenses de hace seis años.
La negativa de la oposición a prorrogar la Ley Antiterrorista pondrá fin mañana a la ayuda japonesa a la guerra de EEUU en Afganistán.
A partir de hoy los navíos de las Fuerzas de Auto Defensa de Japón no podrán seguir suministrando combustible a los barcos de guerra estadounidenses y aliados en el Océano Índico
El Gobierno japonés aprobó esta ley tras los atentados del 11-S y no dudó en bordear, por no decir violar, su Constitución pacifista. La oposición del PD propinó una dura derrota al gubernamental PLD en las elecciones de julio logrando la mayoría absoluta en el Senado (Dieta). Prometió entonces derogar esa ley, recordando que la intervención en Afganistán no se hace bajo paraguas de la ONU.
Hasta agosto de este año, Japón suministró 480.000 kilolitros de combustible a barcos de guerra de once países en el índico. El último suministro tuvo lugar el lunes.
El punto final a este suministro está cargado de simbolismo, habida cuenta de que Japón es un firme aliado de EEUU desde su derrota en la II Guerra Mundial. Otra cosa es que la oposición, si logra provocar el adelanto electoral y vence en las eventuales generales, no fuera a dar marcha atrás.
A este debate se añadió recientemente la filtración de que al menos una vez parte del combustible suministrado por Japón a EEUU acabó siendo utilizado en la guerra de Irak en marzo de 2003, algo que no esta permitido según la legislación nipona.
La participación japonesa en Irak está regulada por otra ley renovada poco antes de las elecciones en las que salió derrotado el Gobierno.
