Desde que los hermanos Huber arribaron por primera vez al valle de Yosemite, quedó más que claro que aquella visita no iba a ser un paseo. En la meca de la escalada mundial, allí donde se juntan cada año parte de la vanguardia internacional, la cordada alemana comenzó a dar muestras de lo seria que iba a ser su actuación en la paredes del valle y, sobre todo, en el todopoderoso El Capitán. «Imponer» el libre sería el lema principal, tanto liberando vía de artificial o abriendo en libre. Y cómo no, también se han visto influenciados por uno de los estilos de moda: la velocidad.

En su última visita a Euskal Herria, Alex ya demostró en su excelente audiovisual cómo, junto a su hermano Thomas, «corría» por la vía Zodiac. Enganchados a este estilo de puro esprint, los hermanos han intentado en estos tres últimos años batir el récord de The Nose logrado en el 2002 por Hans Florine y Yuji Hirayama con un tiempo de 2:48:55. No son de los que les gusta tener mal sabor de boca, y durante este mes de octubre han conseguido superar por partida doble el registro de la cordada Florine-Hirajama.

El pasado día 4, Thomas y Alex se hacían con el primero de sus records: 2:48:35; es decir, superaban por muy poco la mejor marca anterior. Llegaron entonces las dudas de si se embolsaban el mejor registro o no, ya que circulaban dos tiempos distintos: 2:48:30 y 2:48:55. Finalmente, fue Florine el que despejaba las dudas: «Nuestra marca fue de 2:48:55. Además, nosotros dejamos de cronometrar cuando alcanzamos la cadena final. Los Huber y Dean Potter y Timmy O'Neil (anterior récord de 3 horas y 59 minutos) lo detenían al llegar al árbol de la cima. En mí opinión, los Huber tienen el récord».

Otro más

No contentos con las especulaciones y posteriores aclaraciones, a los alemanes no se les ocurre otra cosa que intentar rebajar su propio récord. Cuatro días más tarde, el día 8, se ponen en marcha y, en un abrir y cerrar de ojos, escalan los 31 largos de la mítica vía en tan sólo 2:45:45. Por fin, se llevaban el mejor esprint de la vía The Nose, tras tres años de intentos infructuosos; el último, en la primavera del año pasado. En ese intento, Thomas sufrió una dura caída y se lesionó: su tiempo quedaba cerca de las tres horas. Alex también se llevó un gran susto en la escalada en la que marcaron el mejor tiempo. Mientras lideraba uno de los largos, resbaló y quedó colgado de uno de los brazos. Supo recuperarse, siguió y logró el gran objetivo.

Una vez embolsado el récord de la ruta The Nose, Gara habló con Alex para conocer su apuesta y valoración sobre este estilo y el récord logrado. Le preguntábamos qué les atraía de esta apuesta por la velocidad en las grandes tapias: «Yosemite, sin duda, es un lugar de encuentro de escaladores internacionales. Por allí caen gran parte de la elite de la escalada. Muchos de nosotros intentamos meternos de lleno en la cultura de la escalada del valle. Uno de los estilos es la velocidad, y como creemos que es interesante compartir, también nos decantamos por este juego de la escalada de velocidad. Sabes que tienes que conocer la vía perfectamente. Nosotros la hemos escalado en varias ocasiones. Y, como vas rápido, tienes que tener en cuenta la seguridad. Es un estilo muy expuesto».

Son varias las vías que han liberado o abierto en libre en El Capitán, y quizá a más de uno le llame la atención el hecho de que los hermanos alemanes no hayan apostado por escalar en libre esta vía mítica; sobre todo teniendo en cuenta que sólo cuenta con tres escaladas en libres: las firmadas por Lynn Hill, Beth Rodden y Tommy Caldwel. La respuesta de Alex aclara el interrogante: «A mí me gustaría hacer de todo: escalarla en libre, tener el mejor registro... Pero la realidad es que el tiempo es limitado y no podemos hacer de todo. Ya he hecho seis ascensiones en libre en El Capitán, y no teníamos el récord de la vía The Nose. Por eso era importante para nosotros intentar el récord».

2:45:45 es el tiempo a batir. ¿Será posible? Para Alex, no hay duda: «Claro que se puede mejorar este récord. Nunca se puede decir que cierta marca va a ser para siempre. ¡Un récord está para batirlo¡ Y la próxima generación de escaladores será todavía más fuerte».