IBILIZ IBILI | JUAN MARI FELIÚ
Valle de Sareta entre Larrun, Ibantelli y Atxuria
Cualquier época del año es buena para visitar el encantador valle de Sareta, apretujado entre las altivas montañas de Larrun, Ibantelli y Atxuria. El tópico dice que los pueblos de Iparralde son «pintorescos, plácidos, silenciosos o melancólicos». Por estos u otros motivos, esta parte de Euskal Herria atesora sugerentes destinos para poder encontrar esa placidez o tranquilidad caminando por atractivas sendas.
Una vez pasada la tradicional traca del paso de la paloma y toda la parafernalia montada por los escopeteros en su anual cita en los altos de Lizarrieta, habrá llegado, de nuevo, el momento del mendigoizale. Será la hora de disfrutar del cromatismo otoñal, cuando presenta su mayor dimensión ante la imparable llegada del frío invierno.
La excursión se mueve por el fondo y los altos que encierra el valle de Sareta por su parte central. Se trata de un recorrido abierto para todo el mundo, en parte señalizado por el sendero SA-2, que ayudará a conocer uno de los rincones más característicos de las últimas montañas de los Pirineos.
El itinerario arranca de la pista que nace junto a la pasarela, al principio entre arbolado y campos, para terminar en un alto en un cruce. Aquí veremos ya las alturas de Atxuria, Iguzkimendi y Atxulegi en la parte oriental. La ruta sigue por la derecha ganando altura hasta introducirse en un hermoso bosque de arbolado autóctono. Entre castaños, robles, arces y espino blanco, la subida se agudiza por fuerte pendiente hasta alcanzar el paraje conocido como La Palombière (387 m.), donde hay varias casetas e instalaciones para colgar las características redes.
De este rellano, los siguiente pasos han de dirigirse por la izquierda para situarnos bajo una loma desprendida del cordal principal de aguas, donde hay algún púlpito de caza. La senda nos llevará pronto bajo un hayedo para bordear los flancos de la montañas, hasta desembocar a la altura de una regata en una zona más abierta. Con remontar unos metros por la derecha, entre un helechal saldremos a una pista «todo uno». Aquí hemos de seguir por la izquierda (E) por terreno más abierto y suave, con vistas sobre el próximo Atxuria, hasta salir al herboso collado de Nabarlatsa.
En este punto, estaremos ante el mugarri 50 y la encrucijada de caminos y de senderos GR y SL que llevan a Elizondo, Etxalar y Bera (529 m.). El itinerario continúa hacia el Oeste por la pista, dejando al paso el manantial Uxue Ithurria, en ligero descenso y con vistas dominantes hacia Sara y Etxalar. Tras salvar varias cotas y con la vista puesta en las casas del alto de Lizarrieta, alcanzaremos finalmente esta amplia depresión abierta bajo la cumbre de Ibantelli.
Nuestro recorrido abandona el cordal de la divisoria para seguir unos 300 metros por la carretera en dirección a Sara hasta la primera curva del puerto. Aquí, un indicador invita a seguir una senda que nos llevará por el interior de un hermoso robledal a la rinconada situada bajo la cumbre de Ibantelli, donde la senda se estabiliza después de haber pasados unos manantiales.
Al principio por bosque y luego por terreno más abierto, la bajada por los flancos de Ibantelli nos permitirá disfrutar del paisaje y, en concreto, de la primera parte de esta excursión. Pasadas las ruinas de un horno de carbón y tras una ligera subida para salvar la cabecera de un barranco, la senda pierde altura entre robles y castaños hasta salir a la altura de una borda, lugar donde el camino da paso a una pista de grava que lleva al collado de Lizuniaga
Con la vista en el imponente monte Larrun, a los pocos metros abandonaremos la pista por la derecha para continuar por un camino que nos llevará nuevamente bajo la techumbre forestal hasta alcanzar la carretera de Sara a Etxalar. Con seguir dos minutos por ella estaremos en el lugar del inicio de esta excursión.