A través de un comunicado, el Comité de Empresa del Hospital de Basurto denunció que a lo largo de la jornada de ayer el servicio de urgencias del centro hospitalario sufrió situaciones de «colapso» y «caos total» por la afluencia de enfermos, y criticó que «mientras tanto, Osakidetza sigue reduciendo el número de camas por habitante», por lo que reclamaron la dimisión del consejero de Sanidad, Gabriel Inclán.

En concreto, los representantes de los trabajadores aseguraron que los pacientes permanecieron «hacinados», soportando una atención «inadecuada, tanto por la falta de espacio físico como de personal, ya que la dirección del centro no ha dispuesto de ningún refuerzo».

Según las mismas fuentes, se llegaron a contabilizar 36 pacientes pendientes de ingreso que no disponían de cama. Así, a las 13.00 en la zona de boxes -habilitada para 18 pacientes- había 36, «las camillas estaban juntas; los y las pacientes, hacinados, sin ningún medio de separación, hombres con mujeres, sin ninguna intimidad, con una atención inadecuada», relatan los representantes sindicales.

Además, en Observación (zona habilitada para 15 pacientes) se contaban 30 personas «que eran atendidas por el personal habitual, ya de natural escaso».

Esta situación se producía a mediodía, momento en que el Comité de Empresa redactaba el comunicado. Pero este mismo órgano auguraba que «la mayor afluencia de enfermos se produce a partir de las 15.00», por lo que preveían que la tarde-noche fuera «indefinible».

El comité de empresa del hospital bilbaíno puso de manifiesto que lo ocurrido ayer «no es algo aislado, ni desconocido, ni en los centros hospitalarios ni en la Dirección de Osakidetza» y que la solución a estas situaciones «tan graves» como las padecidas por el Servicio de Urgencias en la jornada de ayer pasan por que «Osakidetza dé una respuesta a las reivindicaciones laborales de los sindicatos en la sanidad pública vasca, con un incremento de la plantilla».