Al menos seis personas murieron y otras catorce resultaron heridas en un ataque suicida registrado ayer cerca de la residencia militar del presidente de Pakistán, el general Pervez Musharraf, en la ciudad de Rawalpindi, según informaron fuentes oficiales.

El agresor, que iba a pie, hizo estallar los explosivos que llevaba consigo en la zona de Karchehri Chowk, situada a apenas un kilómetro de la Casa del Ejército, la residencia destinada al jefe de las Fuerzas Armadas, un cargo que también ocupa el propio Musharraf.

Según una fuente de la Policía de Rawalpindi, el kamikaze detonó su carga en un puesto de control cuando los agentes le ordenaron someterse a un registro.

La explosión mató a seis personas, entre ellos tres policías, e hirió a al menos catorce, entre ellas mujeres y niños que viajaban en una furgoneta de pasajeros que se encontraba en el lugar del atentado, añadió la misma fuente.

Los heridos fueron trasladados a un hospital militar, mientras que la zona fue acordonada por la Policía y efectivos de las fuerzas especiales.

Según un portavoz del Ministerio del Interior, todo apunta a que el objetivo del kamikaze eran los policías del puesto de control.

El ministro paquistaní de Ferrocarriles, Rashid Ahmed, indicó, por su parte, que el Gobierno tenía indicios de que «tres terroristas habían entrado en el territorio de Rawalpindi», muy cerca de Islamabad.

Pakistán ha sufrido en los últimos meses una ola de atentados que comenzaron a mediados de julio, tras el asalto del Ejército a la Mezquita Roja de Islamabad, considerada un feudo de radicales islámicos por el Gobierno de Musharraf.