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Dos millones de familias de EEUU viven pendientes de los intereses porque pueden llegar a perder sus hogares

La crisis de las hipotecas afecta a dos millones de familias estadounidenses, que podrían perder sus hogares si se intensifica la restricción del crédito. Hay otro dato, contra lo que se pensaba, la crisis de las subprima afecta por igual a barrios urbanos y zonas residenciales.

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Los expertos no se ponen de acuerdo sobre qué debe hacer la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés) para hacer frente a la crisis de las hipotecas de alto riesgo. Unos apuestan por más recortes en las tasas de interés y otros creen que así sólo se contribuirá al gasto superfluo y se volverá a las condiciones que dieron pie a una crisis en el mercado financiero.

Mientras tanto, los efectos de la recesión son más que visibles. Las crónicas a pie de calle cuentan que las ventas de casas nuevas y usadas se encuentran en niveles bajos sin precedentes y que cada vez es más difícil conseguir un crédito, porque las firmas crediticias han restringido la concesión de préstamos.

De hecho, esta semana se ha conocido que las ejecuciones hipotecarias aumentaron un 30% en el tercer trimestre respecto al anterior y se duplicaron con respecto al mismo periodo de 2006. Según un informe publicado por Realty Trac, una empresa especializada en el análisis de estos datos, en el tercer trimestre se tramitaron 635.159 ejecuciones de hipotecas en 446.726 propiedades de todo el país. Una casa puede recibir más de una notificación de ejecución de hipoteca en un trimestre. La misma compañía señala que esta situación podría agravarse en 2008, porque es probable que un mayor número de estadounidenses tengan dificultades para hacer frente a los pagos de hipotecas a medida que encaren los reajustes de las tasas de interés el próximo año.

Y mientras tanto, al margen de sacudidas en los mercados bursátiles y otros efectos en la macroeconomía a nivel mundial, en el país que rige los designios mundiales a nivel político y económico, se calcula que hasta dos millones de familias pueden perder sus hogares el próximo año.

Las entidades financieras anuncian planes de refinanciación de las hipotecas para quienes tengan problemas para hacer frente a los pagos. Sólo en 2006, el 29% de las hipotecas contratadas en Estados Unidos se firmaron con altos tipos de interés debido al elevado riesgo de impago de sus titulares, frente al 16% de dos años antes, según un estudio publicado por «The Wall Street Journal». El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos calcula que a final de 2008 se reajustarán las tasas de interés de dos millones de hipotecas y que las ejecuciones de las mismas afectará a una de cada cuatro casas perjudicadas.

El encarecimiento de los precios de las viviendas en la última década en EEUU ha hecho que un gran número de familias de clase media y alta hayan solicitado créditos elevados para poder comprarse casas caras que normalmente estarían fuera de su alcance.

Así, «The Wall Street Journal», tras asegurar que ha analizado millones de créditos hipotecarios de la última década, resalta que las hipotecas de alto riesgo no se han concedido sólo a personas con bajos ingresos, de barrios urbanos y con poca capacidad para obtenerlos en circunstancias normales, en contra de lo que pensaban los analistas al inicio de las turbulencias. El mapa de las hipotecas «subprima» es más amplio de lo que se pensaba inicialmente y abarca, según el diario económico, «desde pequeños pueblos en el medio de ninguna parte a barrios urbanos, pasando por zonas residenciales periféricos ricos».

Entre otros datos, apunta que el número de personas de raza blanca y con ingresos anuales de más de 300.000 dólares que pidieron créditos de alto riesgo en 2006 aumentó el 74% respecto al ejercicio anterior.

La llamada «burbuja inmobiliaria» comenzó a inflarse en Estados Unidos hace unos cuatro años cuando los bancos y las empresas de hipotecas ofrecieron préstamos con tipo de interés fijo y luego variable a compradores que carecían de crédito sólido. Hace unos 20 meses esa burbuja se rompió, y desde entonces los precios de las propiedades han caído, las ventas han disminuido, y millones de compradores que llegan a la fecha de ajuste de los tipos de interés de sus préstamos descubren que el valor de mercado de sus casas está ahora por debajo del montante por el que pidieron el crédito.

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