La protesta por la visita de los reyes españoles a las «ciudades ocupadas» de Ceuta y Melilla, prevista para mañana y pasado mañana, ha llegado al Parlamento de Marruecos, donde varios diputados la han denunciado como una «provocación grave» y han pedido al Gobierno de su país que adopte una postura «firme». La reacción de los parlamentarios se produce un día después de que el rey Mohamed VI llamara a consultas a su embajador en el Estado español, colocando a ambos estados al borde de la crisis, ya que la llamada a consultas es el paso previo a la ruptura de relaciones diplomáticas.