El secretario general del PSE de Araba, Txarli Prieto, considera que «el cierre de la central nuclear de Garoña será más probable y real si todos solidariamente nos enfrentamos a los retos que ello conlleva». Las instalaciones de Garoña, muy próximas a Araba, son las más antiguas del Estado español y, desde hace varios años, instituciones, partidos políticos y movimientos ecologistas vienen reclamando su cierre.

Nuclenor tiene permiso para explotar Garoña hasta el año 2009, por lo que el Gobierno español ha venido trabajando con esa fecha como momento para su clausura definitiva. En una visita en enero de este año a Gasteiz, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, aseguró que Garoña será la «primera» central nuclear de un proceso de «abandono gradual de la energía nuclear» .

Definir un plan

Txarli Prieto incidió en que «una central nuclear no se cierra como un piso, echando la llave», ya que hay «dar seguridad a los residuos nucleares radiactivos que quedan allí almacenados, y hay que definir un plan de energía para Álava y el País Vasco».

Preguntado sobre la posibilidad de que Garoña se cierre en el año 2009, Prieto indicó que «las previsiones con las que trabaja el Gobierno son las que barajaba en su día», pero «yo no diré que se va a cerrar en 2009 ni tampoco que no se va a cerrar en esa fecha».

Prieto recordó que el PSE de Araba quiere que se clausure, pero advirtió a la ciudadanía de que «el cierre de esa central será más probable y real si todos solidariamente nos enfrentamos a los retos que lleva aparejados el cierre».

Además, comentó que «aunque una central tenga un período estimado de vida, si el Consejo de la Energía Nuclear determina que puede seguir produciendo electricidad con seguridad, entonces, el Gobierno para cerrarla tendrá que indemnizar a la empresa explotadora».