Bush ofrece a Erdogan «trabajar estrechamente» contra el PKK
George W. Bush tendió ayer la mano al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, a quien ofreció compartir la información de los servicios de Inteligencia y una mayor colaboración entre los altos cargos militares de ambos países. «Le he dejado muy claro que queremos trabajar de forma más estrecha», declaró el presidente estadounidense tras la reunión.
GARA |
Tras la entrevista mantenida en la Casa Blanca con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y en la línea de lo expresado el viernes por la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, el presidente George W. Bush prometió a su aliado turco nuevas ayudas para combatir a la guerrilla del PKK y capturar a sus militantes.
«Las guerrillas kurdas son un enemigo de Turquía, de un Irak libre y de Estados Unidos», declaró el inquilino de la Casa Blanca en la rueda de prensa conjunta con Erdogan.
Bush ofreció a Ankara la posibilidad de compartir la información de los servicios de Inteligencia y aseguró que los altos mandos militares de ambos países mantendrán contactos con más frecuencia para vigilar al PKK en la zona fronteriza entre Turquía y el norte de Irak.
«Le he dicho claramente que queremos trabajar estrechamente para hacer frente a este problema», manifestó. Cuando se le preguntó sobre la posibilidad de un ataque turco, se limitó a decir que «está bien especular sobre lo que puede o no pasar, pero no puede pasar nada hasta que no se consiga buena información de inteligencia». Bush reiteró que es necesario saber «dónde se esconden y qué están haciendo».
Por su parte, Erdogan volvió a dejar claro que si Washington no toma acciones concretas, dará luz verde a una incursión militar a gran escala en Kurdistán Sur. De hecho, en una entrevista publicada ayer en el diario italiano «La República», afirmó que «la paciencia de los turcos ha superado todos los límites ante las numerosas víctimas que hemos tenido. Combatir las organizaciones terroristas se ha convertido en la prioridad del Gobierno». El mandatario turco invitó a la comunidad internacional a «no dejar a Turquía sola en su batalla contra esta organización terrorista».
Las exigencias de Ankara y el tono de sus declaraciones han ido aumento en las últimas semanas, en las que ha enviado ya unos 100.000 soldados a la zona fronteriza con Irak. Las tropas terrestres están respaldadas por tanques, artillería y aviones que han realizado bombardeos esporádicos. Esta crisis también ha generado una explosión de nacionalismo turco y la presión del Ejército para invadir Kurdistán Sur, sobre todo, a raíz de la captura de ocho militares turcos que, justamente, fueron liberados el domingo.
Mientras Erdogan volvió a exigir a Bush, una «acción concreta», éste reiteró que «la guerrilla kurda es enemiga de Turquía, de un Irak libre y de EEUU».