La moderna estación de autobuses abre hoy sus puertas en el subsuelo de Iruñea
a estación de autobuses de Iruñea agota los últimos días de 73 años de vida: se abren hoy al público las nuevas instalaciones en Yanguas y Miranda, a pocos metros pero en el subsuelo, y a partir del lunes entrará en funcionamiento. Hasta ahora sólo autoridades y periodistas han visto la dársena principal circular, uno de sus símbolos. L
Jasone MITXELTORENA
Hoy por la tarde se podrá acceder por vez primera a la nueva Estación de Autobuses de Iruñea. Éstos son los últimos días de la actual, levantada en 1934 a escasos cien metros de la nueva. Por el momento sólo los periodistas y diferentes autoridades han podido acceder y comprobar que las dos instalaciones no tienen nada que ver, como es lógico teniendo en cuenta que las separan casi tres cuartos de siglo. Es novedosa, por ejemplo, la separación de la zona para el tráfico rodado y la peatonal para el tránsito de los usuarios, que incluye el área comercial, la sala de espera y las taquillas. La forma de la dársena principal, circular, permite que los viajeros puedan acceder a los autobuses desde la acera. Una acera, por cierto, formada por losas especiales que sirven a los usuarios invidentes para reconocer el trayecto a los vehículos. Cada dársena está numerada, y dispone además de una pantalla donde se indicarán los horarios aproximados de salida de los diferentes autobuses.
La nueva estación dispone de varios accesos que parten de la marquesina situada encima de las instalaciones subterráneas. Se puede descender tanto a pie como en ascensor, pero el modo más directo es mediante las escaleras mecánicas, que llegan directamente a la dársena principal, en la planta -2.
El primer piso subterráneo está destinado a oficinas y puestos de control. Una vez en esa planta principal, se pueden observar las rampas de acceso de los autobuses y las paradas para los taxis, que también se incluyen en el interior.
Dársena central
Al fondo se encuentra la zona comercial, que se recorre en círculo, mientras que a la izquierda se extiende la dársena principal. Se trata de una superficie circular de 26 metros de diámetro que ocupa 2.200 metros cuadrados. La cubierta se sustenta en ocho pilares situados en el perímetro. Y la cúpula, con 16 nervios formados por vigas de hormigón que salen desde el eje hacia el perímetro, recuerda la forma de un paraguas.
Junto a esta dársena hay otro espacio de refuerzo, por ejemplo para que los autobuses puedan aparcar, ya que la principal será destinada solamente a los viajes; esto es, a la llegada y salida de los autobuses, de modo que estos vehículos no podrán permanecer aparcados. El espacio complementario, que tiene capacidad para 24 autobuses, funcionará pues como párking.
El horario al público será desde las 7.00 hasta las 23.00. Pero esta dársena de refuerzo funcionará durante las veinticuatro horas del día.
Dieciocho compañías
Por lo que respecta a las taquillas, se encuentran en el centro del área de la dársena principal. Se tiene acceso inmediato a ellas desde la entrada, desde la zona comercial, desde la sala de espera y desde la misma dársena. Han sido diseñadas para ubicar hasta veinte puestos, aunque en principio son dieciocho las compañías que se han instalado. Ante las taquillas, se encuentra además un espacio destinado a consigna.
La zona comercial está diseñada para albergar dieciocho locales, de los que de momento se hallan ocupados únicamente nueve. La estación dispondrá de una farmacia, un puesto de librería y prensa, otro de chucherías, de souvenirs, una entidad bancaria y una agencia de viajes, entre otros. También se prevén restaurantes de comida rápida. En cuanto a la «mítica» cafetería de la actual estación, ha sido trasladada a la sala de espera de las nuevas instalaciones. Su fachada está conformada por un espejo en el que se ha colocado un voluminoso reloj.
Esta planta se complementa con «patios japoneses»: son espacios abiertos a las fosas de la Ciudadela cubiertos por cristal, lo que permite obtener la luz solar durante el día, y que por la noche iluminarán rincones de la zona amurallada. Las obras han permitido recuperar un revellín del antiguo complejo militar y cubrir de zona verde la superficie, donde hace años se ubicaban las txosnas sanfermineras.