Eduardo Rubio invita a mirar de cerca los contrastes del mundo
Durante tres años, el periodista Eduardo Rubio recorrió el planeta realizando más de 70.000 fotografías. Buscaba «tomar el pulso» al mundo, con sus contrastes, con sus injusticias, con sus hermosos paisajes y sus imágenes insoportables. Un ambicioso proyecto que dio como resultado el voluminoso libro «Nosotros, el mundo hoy», publicado por Lunwerg Editores. Un centenar de esas fotografías puede admirarse desde ayer en el Museo Vasco de Bilbo.
Karolina ALMAGIA | BILBO
Con 17 euros, que es lo que cuesta un menú para perros en el Hotel Hilton de Roma, se podrían vacunar a 100 niños en África. Es el mundo en el que vivimos y así nos lo muestra Eduardo Rubio. Sin rodeos.
«El mundo hoy» es una exposición hermosa y terrible a la vez. Una muestra que, en palabras de la directora del Museo Vasco de Bilbo, Amaia Basterretxea, «nos enseña lo fácil y lo difícil que es vivir en el mundo, según donde hayamos nacido». Y que, según Iñaki López de Agileta, director de Cultura del Ayuntamiento, nos vuelve a situar en «la que debería ser la clave de un centro cultural», que no es otra que la de «agitarnos intelectualmente», algo que a menudo «olvidamos» en este «mundo de cultura-espectáculo». Comisariada por Caja Madrid, la muestra es un extracto de un libro que Lunwerg Editores publicó hace cinco años con 350 de las miles de fotografías tomadas por el catalán Eduardo Rubio durante tres años de viajes por el mundo.
Pegado a la tierra
El proyecto quería ser el contrapunto al famoso libro de fotografías aéreas «La Tierra vista desde el cielo». «Yo saqué la Tierra vista desde la Tierra. Y ya no es tan bonita», señaló ayer Eduardo Rubio, durante la presentación de la exposición en el Museo Etnográfico. Viajero desde hace veinte años, Rubio alcanzó un día el sueño de cualquier fotógrafo: que le dieran dinero para pasarse tres años viajando y fotografiando lo que él considerara. Por avión, barco, globo, moto y coche, hizo miles de kilómetros buscando «lo más bonito, lo más interesante, el progreso humano y técnico» y, al mismo tiempo, «lo más feo, lo más duro» del mundo. Buscó arte y arquitectura, pero se encontró también con catástrofes, guerras, hambre y enfermedades. «El mundo tiene cosas muy hermosas y cosas muy feas. Los seres humanos son iguales, pero por el hecho de haber nacido en un lugar o en otro viven una realidad muy diferente. Para unos una playa es un lugar de vacaciones y diversión, para otros es un trampolín a la esperanza a través de una patera».
Periodista de formación, en las imágenes de Eduardo Rubio el único ánimo es testimonial. «Que nadie espere encontrar arte en esta exposición», advierte. «Yo no soy un artista, soy un fotógrafo y un viajero». Y aún así, las imágenes, de gran formato y a todo color, poseen una carga estética innegable. Si algo echa de menos el propio autor es una mayor crudeza en el libro y en la exposición. «No me lo permitieron. Yo hubiera sido partidario de endurecer más el libro, sin llegar a lo escabroso. Aunque sé que con sutileza puedes conseguir los mismos objetivos».
Título: «Gaurko mundua. El mundo hoy. Nosotros». Lugar: Sala de exposiciones del Museo Vasco de Bilbo (Plaza de Unamuno 4) . Fecha: Hasta el 6 de enero de 2008. Horario de visitas: De martes a sabádos, de 11:00 a 17:00; domingos, de 11:00 a 14:00; lunes y festivos: Cerrado.