El debutante Tom Fernández tiene el respaldo de Mediapro y de Jaume Roures en persona, a través de una promoción mayor de la que suelen contar los que empiezan. La apuesta decidida pretende traducir un valor televisivo en otro cinematográfico, al reunir a dos de los protagonistas de la serie de éxito «Siete vidas» y a uno de sus guionistas. Pero esto nada tiene que ver con una comedia de situación, ya que «La torre de Suso» ha sido rodada en exteriores asturianos con la intención de captar el ambiente popular de la cuenca minera, forjador de personajes acostumbrados a vivir al máximo en compañía de los amigos cuando acaba el duro trabajo. De ese caldo de cultivo surgen los protagonistas de la película, un grupo de colegas que se reencuentran con motivo de la muerte de uno de los miembros de la cuadrilla, cuyo sueño ha quedado inconcluso y habrán de continuar.

El retrato generacional compartido por los actores Javier Cámara, Gonzalo de Castro, César Vea y José Luis Alcobendas, parte del primero de ellos, metido en la piel del que tuvo que emigrar a Argentina y ahora regresa a dar el último adiós al compañero que se acaba de ir para siempre. Diez años después, el reencuentro con los lugares de su juventud creará no poca conmoción, para finalmente comprender que su misión es ocupar el sitio dejado por el homenajeado Suso. La visita de fuerza mayor se convierte, en contra de lo esperado, en una vuelta para quedarse y recuperar la estabilidad perdida. La construcción de la torre del título, sobre unos planos dejados por el finado, materializa el sentido último de la reunión. Tom Fernández ha querido utilizar nombres de conocidos suyos a modo de reconocimiento y de recuerdo.