Uribe atendió a GARA ayer tras un entrenamiento intenso en Mendizorrotza, en el que no paró de corregir a sus jugadores. «El banquillo de los sufrimientos» desde donde sigue los partidos fue testigo de esta conversación en la que al «vascoastur» se le nota muy implicado cuando habla del Alavés y de una tierra que lleva dentro.

Pasado un cuarto de temporada, ¿ve al equipo mejor, peor o justo como pensaba?

Estoy contento. Empezamos con muchos problemas, a planificar más tarde que los demás, gente como Aganzo o Sergio nos han llegado tarde.... A todos nos gustaría tener seis o siete puntos más y estar más arriba, pero vamos poco a poco, tenemos un objetivo claro que es el de la estabilidad. Ahora tenemos una serie de partidos que nos van a marcar el devenir de la temporada. Estoy disgustado por un par de partidos, sobre todo Castellón y Córdoba, que son los que menos me han gustado, pero satisfecho sobre todo del rendimiento de los chicos que, con todos los problemas que hemos tenido y con todo lo que han vivido, hay que darles un diez, lo mismo que a la afición.

Todavía pesa en el día a día la mochila de los tres últimos años...

Yo lo pasé especialmente mal en verano, sobre todo en los últimos 15 días de agosto porque no se acababa de centrar todo. Habían hecho una pretemporada extraordinaria pero había seis o siete futbolistas en una situación muy complicada. Sí que he notado esa sensación de qué difícil va a ser esto. Ahora ya sabemos que tenemos muchos hándicaps económicos y todos los entrenamientos son de una participación muy buena. Ahí no noto tantos problemas.

También hay una corriente a favor que no tienen otros equipos

Es cierto. La gente sabe que es un año distinto, difícil, en el que tenemos que estar muy juntos. Es una categoría muy cabrona y hay que tener mucho cuidado. Hemos tenido muchos inconvenientes a la hora de buscar y cerrar la plantilla, hay jugadores que apenas han cobrado en los últimos dos años. Cuesta mucho meter a los futbolistas en esta dinámica de sólo jugar, pero tengo que darles un diez.

¿Tiene esto algo que ver con que el equipo se haya mostrado tan irregular?

Yo creo que partidos malos han sido los de Córdoba y Castellón, con el resto estoy contento. Sobre todo en casa el equipo ha dado la cara. Quiero que sea un equipo fuerte, duro rápido, agresivo...ésa es mi idea y en algunos partidos lo hemos conseguido. Trabajar un equipo lleva su tiempo, el equipo que yo quiero es el que se vio el otro día ante el Eibar, ése es el Alavés que José Uribe quiere. Por eso el otro día me fui muy satisfecho, fuimos un equipo fuerte, que cuando tuvo que jugar jugó, pero sobre todo fue muy fuerte en el contacto, defendiendo y eso es la categoría. Si conseguimos eso, vamos a hacer un buen año.

En ese sentido, los dos triunfos caseros llegaron con dos perfiles muy distintos, con juego más elaborado ante el Hércules y con un equipo más duro ante el Eibar. ¿Con cuál se queda?

El día del Hércules se jugó muy bien durante muchos minutos, con jugadas muy bonitas, pero el domingo hicimos un partido muy fuerte, jugamos cuando tuvimos que jugar y defendimos muy fuerte. El Eibar apenas nos inquietó en las faltas y es un equipo muy fuerte fuera de casa, ha ganado en Cádiz, en Vigo, empató en Ferrol...El otro día me fui muy satisfecho. El día del Hércules fue muy bonito para el espectador, pero el otro día hicimos un partido muy fuerte.

Durante estos partidos se ha hablado mucho de la falta de gol y de los errores defensivos. ¿Qué le preocupa más?

Lo segundo. A mí la falta de gol no me preocupa. El otro día me fui muy contento a casa. Ése es el equipo que debe jugar en la categoría, con fortaleza en los contactos, el de defender, presionar arriba, muy fuertes... Para que el entrenador contrario te diga que le has ganado desde la primera jugada en la presión, lo tienes que hacer muy bien y eso es lo más importante. Lo que no podemos hacer es ir a Castellón y perder 2-0 en dos acciones idiotas. Así, el resto del partido está de sobra porque es muy difícil remontar.

¿El no haber encontrado un once básico obedece a esos problemas o es algo que ha buscado?

No, vas buscando soluciones. Sergio ha llegado al final, Aganzo llegó la víspera de Málaga y ahora está fuera. Hay jugadores como Toni o el Pulpo, gente que ha ido manteniendo el esquema. El resto, empezó jugando una gente, en los dos últimos partidos yo había apostado por un bloque, pero no estaba a gusto con lo que estaba viendo. El sábado hicimos cinco o seis cambios que nos han dado otro perfil de equipo. Creo que el entrenador debe buscar el mejor momento del jugador. A mí también me gusta que todo el mundo participe. Está bien que un equipo mantenga una constancia, pero también está bien que tenga 16-17 jugadores y aprovechar el mejor momento de cada uno. Ángel estaba en un buen momento, y Mateo, Coromina, son gente que veo que están bien y que en este momento nos pueden dar otras cosas. Calderón o Tarantino estaban aflojando un poquito y eso es lo que tienes que buscar.

La aparición de Igor ha sido una de las mejores noticias de la temporada hasta la fecha.

Es un futbolista muy joven, con mucha proyección. Creo que es un orgullo para todos que un jugador de casa esté jugando con el primer equipo. Es un enfoque más de lo que estábamos buscando. Hemos traído gente como Calderón, como Garro, gente de Vitoria y vasca como Tarantino. La presencia de Igor, Natxo o Calderón es muy importante para hacer un Alavés distinto a lo que se hacía hasta ahora. Se buscaba jugadores contrastados, muy caros, de fuera, quitando el Pulpo, que ya es medio alavés. Ahora es gente cercana y eso es importante, ése es el perfil que buscamos para el Alavés del futuro.

El sábado dijo que cuando regrese Aganzo tendrá que volver a jugar con el filial. ¿Son incompatibles Igor y David?

No qué va, pueden jugar los dos. Pero lo que está claro es que Igor tiene que jugar. A lo mejor, cuando venga David habrá partidos que no tendrá oportunidad de tener minutos y tendrá que trabajar con el filial, porque tiene que completar su formación, como está haciendo Morgado. Hay que estar tranquilos, tampoco podemos exigirle a Igor que nos lleve el peso de una delantera de Segunda. Está haciendo un trabajo buenísimo, jugó ante gente muy dura y experimentada y completó un gran partido, pero hay que tener tranquilidad. Tanto él como Alberto son jugadores de mucho futuro, uno ya ha debutado y ojalá Alberto pueda hacerlo. La idea mía y la del club es trabajar para que los jugadores de casa y vascos hagan un porcentaje importante del equipo.

Hablando de Aganzo, usted dijo que es un jugador importantísimo e incluso dijo que está dos puntos por encima del resto, algo que no es muy habitual.

Yo, cuando tengo un futbolista distinto, lo digo. Tuve a Gica Craioveanu y estaba dos puntos por encima del resto. Son jugadores que ganan partidos en jugadas, sin hacer mucho. Otro tipo de jugador nos da otras cosas, Raúl es un tanque, que pelea, lucha y que lógicamente no tiene esa calidad de Aganzo. Igor, Wellington o Gabri lo mismo, son gente de mucho movimiento. Cada uno es distinto pero quizá no tengan ese don de ganar partidos en acciones individuales. Es gente que gana partidos en jugadas, y eso no es negativo respecto a los otros.

¿Le asusta que destaque demasiado?

No, que va. Ojalá destaque, meta 58 goles y se lo lleven los equipos de Primera. Si se saca mucho dinero por Aganzo fenomenal, pero primero que haga muchos goles aquí. Es un jugador que siempre me ha gustado como rival y creo que no nos hemos equivocado. Es una pena no poder contar con él ahora.

El presidente habló recientemente la opción de reforzar el equipo en invierno y habló de un delantero y un centrocampista.

¿Ah si? Yo no sé nada. La obligación de todos los clubes es estar preparados para el futuro. Tenemos dos o tres fichas libres y eso te da posibilidades, dentro de las cantidades en las que nos movemos, a mejorar. Hay que tener el mercado preparado pero a nivel mío no me he sentado a pedir nada. Debo seguir trabajando con lo que hay y recuperar a Aganzo y Edu, que son dos jugadores importantes.