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situación en palestina

La franja de Gaza se quedará sin gasolina el domingo

Hoy se celebra la Jornada Internacional contra el Muro, que tiene como objetivo denunciar la situación que padece Palestina. Además del Muro que separa las ciudades cisjordanas, los vecinos de Gaza tienen que hacer frente al férreo bloqueo impuesto por Israel, que está provocando el alza de los precios de productos de primera necesidad y desasistencia sanitaria que se ha cobrado las primeras víctimas.

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Mehdi LEBOUACHERA

Periodista (AFP)

En Gaza, la ley de la oferta y la demanda causa estragos. Bloqueados por Israel, los checkpoint no permiten el paso de productos de consumo más que con cuentagotas, haciendo que los precios suban hasta las nubes y la moral de los palestinos se desmorone.

Cigarrillos, bebidas, vestidos, géneros alimentarios: todo escasea desde hace tiempo. Algunos productos son imposibles de encontrar, como los materiales de construcción o la Coca-Cola.

Para agravar la situación, los palestinos tienen que hacer frente a la escasez de carburante, provocado por las amenazas israelíes de reducir el aprovisionamiento como represalia por los lanzamientos de cohetes artesanales al-Qassam.

En su supermercado, que abastece a los barrios del oeste de la ciudad de Gaza, Khalaf Hassouna, de 36 años, no deja de aumentar la lista de los productos que se han encarecido.

«¡Los precios están por las nubes! Los cinco kilos de leche en polvo para niños han pasado de 75 a 85 shekels (de 13 a 14,80 euros), lo que supone un 15% de incremento. El saco de 50 kilos de harina costaba hace varias semanas 100 shekels (17,45 euros) y ahora cuesta 130 (22,70 euros)», se lamenta.

«En cuanto a la Coca-Cola, olvídese. No hay nada de nada», advierte.

Una prueba de la escasez se percibe en el checkpoint de Erez, único punto de entrada y salida a Gaza, donde las escasas personas que tienen autorización del Estado sionista para salir regresan cargados de cajas de soda o de cartones de cigarrillos.

En cualquier caso, lo que más ha afectado a la moral y a la economía de los habitantes de Gaza, fumadores empedernidos, ha sido el incremento del precio de los cigarrillos. Los precios han llegado a niveles de récord. Lo que se pagaba por un paquete de cigarrillos americanos ha pasado de 15 shekels a 35 (6,10 euros).

Los fumadores se han visto obligados a reducir el consumo de tabaco y los cigarrillos se venden por unidades, mientras que al sur de la franja los contrabandistas aprovechan los túneles construidos por debajo de la frontera con Egipto para acumular beneficios insospechados.

Para Awni, director de ventas en Gaza de una de las mayores empresas palestinas de importación de tabaco, Unipal General Trading Company, con base en Cisjordania, «Israel quiere doblegar a los palestinos a través de los cigarrillos. Saben que los habitantes de Gaza son grandes fumadores. Algunos -añade- prefieren comprar tabaco antes que comida».

En la panadería de Misbah al-Chanti, el doctor Mohammed Assiouni, cirujano en el hospital Chiffa de Gaza, eleva los brazos hacia el cielo: «¡Estamos viviendo una catástrofe! ¡La situación es verdaderamente catastrófica!».

«¡Que vengan los judíos y que tomen la franja de Gaza! Que regresen será mejor para nosotros. Hamas y al-Fatah no son más que basura que mata al pueblo», añade otro desesperado cliente de la panadería que rechaza dar su nombre.

Para tratar de controlar la implacable alza de los precios, Hamas ha puesto en marcha una comisión de control. «Hemos creado esta comisión para fijar unos precios razonables para los bienes de consumo», indica el portavoz del Ministerio del Interior del Gobierno de Ismail Haniyeh, Ihad al-Ghassine.

La mayoría de los palestinos ha llegado a la misma conclusión: Israel, EEUU, Europa y el presidente de la Autoridad Palestina (Mahmud Abbas) se han aliado para presionar a la franja de Gaza y hacer que sus habitantes se levanten contra los islamistas de Hamas que se hicieron con el poder en junio. Un planteamiento que se considera fracasado antes de comenzar. «Buscan que la gente se revuelva contra Hamas. Están esperando que haya una reacción violenta», explica Hatem Abu Assi, el propietario de una estación de servicio.

«Pero no comprenden que la gente se habitúa y se adapta a todo. Si no tienen electricidad, se alumbran con velas. Si no les queda gasolina, se desplazarán en bicicleta o a pie. Su plan no funcionará», añade.

Alerta de organizaciones humanitarias

La situación que se vive en Gaza no es sólo criticada por los habitantes de este territorio palestino, sino que organismos internacionales ya han dado la voz de alarma sobre las condiciones de vida que se padecen. Es el caso del Comité Internacional de la Cruz y del Creciente Rojo (CICR), que ha alertado del continuo deterioro que se vive en Gaza desde junio, cuando Israel impuso el bloqueo económico, que se traduce ya en falta de alimentos y asistencia sanitaria.

«Si el embargo continúa y las importaciones siguen restringidas al mínimo, gran parte de las infraestructuras se colapsarán», advirtió la CICR. Además, las incursiones militares sionistas, unidas a las esporádicas luchas internas palestinas, han agravado aún más la situación sanitaria de los 1,4 millones de habitantes de Gaza, según este organismo internacional.

El progresivo aislamiento al que es sometida Gaza desde junio «ha provocado un drástico declive del comercio», lo que repercute directamente en las economías locales. No se prevé que Israel vaya a levantar el bloqueo antes de fin de mes, lo que impedirá a los campesinos vender sus cosechas a otros países. Se estima que 5.000 campesinos dependen de esas exportaciones.

Asimismo, la organización Médicos por los Derechos Humanos ha exigido el fin del bloqueo después de que al menos dos personas hayan fallecido por no recibir asistencia sanitaria. Es el caso de Nimr Shuhaiber, de 72 años, y Mahmud Taha, de 22, que fallecieron en el paso de Erez mientras eran trasladados a un hospital. Los soldados sionistas llegaron a tirotear la ambulancia que trasladaba a Shubaiber. Este grupo destaca que hay 16 pacientes cuya vida corre serio peligro que se encuentran varados en Gaza sin la adecuada atención sanitaria debido al bloqueo del territorio impuesto por Israel.

El bloqueo afecta incluso a la selección de fútbol

Puede parecer frívolo referirse a los problemas de la selección de fútbol al informar sobre la situación que padece Palestina, pero no deja de ser un reflejo de los niveles a los que llega la ocupación sionista.

La selección palestina denunció que Israel impidió a los jugadores de Gaza abandonar el territorio para jugar el partido clasificatorio para el Mundial que debía celebrarse en Singapur. Fuentes de la Unión de Futbolistas Palestinos denunciaron que seis jugadores de la selección no pudieron abandonar Gaza para disputar el encuentro.

Otras versiones recogida por la prensa local elevan a 18 el número de personas afectadas por la medida, incluidos directivos y miembros del equipo técnico de la selección nacional palestina. Un portavoz de la FIFA se limitó a señalar que están estudiando un posible aplazamiento del partido Singapur-Palestina.

En el partido de ida, celebrado en Doha (Qatar), Singapur venció por 4-0 a la selección palestina, que viste con los colores de su bandera: rojo, verde y blanco.

Palestina se ve obligada a jugar en el exilio sus partidos, porque Israel no permite a los demás equipos jugar en ciudades palestinas. Ahora, parece que tampoco permitirá jugar a los palestinos los partidos de fuera. Mientras, Israel participa en las competiciones europeas. La selección palestina no sólo acoge a jugadores de Gaza y Cisjordania, sino también refugiados en distintos países del mundo. GARA

Compañías petroleras advierten de que el combustible se acabará para el domingo

Propietarios de compañías palestinas que distribuyen combustible en Gaza han advertido de que este territorio se quedará sin gasolina el domingo debido a las reducciones israelíes en el suministro. «Un número de gasolineras menores ya han cerrado mientras que otras siguen con reducidas cantidades con las que, como máximo, aguantarán hasta el domingo», afirmó Mahmud al-Khouzondar, representante de una de estas compañías.

De los 90.000 litros de gasolina que requiere la población de Gaza y que solían ser transferidos con relativa normalidad antes de la llegada al poder de Hamas tras las elecciones de junio, Israel sólo permite ahora el paso de 47.000 litros, prácticamente la mitad de lo que se necesita. Esta reducción ha sido impuesta de manera gradual por la entidad sionista como forma de castigo por los lanzamientos de cohetes artesanales al-Qassam por resistentes palestinos contra objetivos israelíes siuados en las inmediaciones de Gaza.

Así lo informó Nehro el-Hismawi, funcionario del paso de Nahal Oz, situado al este de la ciudad de Gaza y a través del cual se introduce el combustible en este territorio palestino.

El-Hismawi precisó que, de momento, el suministro del combustible destinado a la única planta de producción eléctrica de Gaza no se ha visto afectado por la reducción. GARA

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