El preso político vasco Ángel Figeroa ha sido trasladado de la cárcel de Langraiz a la de Córdoba, según conocieron ayer sus familiares. Figeroa es uno de los prisioneros vascos que se encuentran gravemente enfermos; concretamente, sufre ataques graves de epilepsia y esclerosis mesial en la parte derecha.

El traslado de Figeroa coincide en el tiempo con las reiteradas muestras de denuncia de la situación que viven esos presos y de las demandas de su puesta en libertad planteadas desde distintos ámbitos de la sociedad vasca. Además, se da la circunstancia de que la semana pasada la dolencia de Figeroa fue diagnosticada como crónica.

El vecino de Algorta tiene 36 años y lleva 13 encarcelado. Según explicó ayer Askatasuna, el deterioro de su salud ha sido provocado por las condiciones de vida a las que son sometidos los prisioneros políticos vascos. A Figeroa le diagnosticaron epilepsia hace más de veinte años, pero en los últimos trece no ha conocido las condiciones óptimas que le servirían para combatir su enfermedad.

Pese a que en junio del año pasado llegó a ser operado sin que se lograra poner freno a sus ataques, a finales de julio de 2007 la Audiencia Nacional le denegó la aplicación del artículo 92. A la vista de que seguía sufriendo nuevas crisis, el 22 de octubre fue ingresado en el Hospital de Cruces, donde le informaron de que la enfermedad es incurable. El 2 de noviembre el preso de Algorta recibió el alta y fue trasladado a Langraiz, donde ha permanecido hasta ayer.

Para Askatasuna, la actuación mantenida con Figeroa demuestra la voluntad del Gobierno español «de matar» a los presos vascos, «porque los mantiene en prisión con enfermedades graves y hace todo lo posible para que su salud empeore».

Recordó los casos de Juanjo Rego Vidal, que se encuentra enfermo de gravedad en la cárcel de Mansilla, y de Gotzone López de Luzuriaga. La gasteiztarra tiene cáncer y le están impidiendo recibir el tratamiento de radioterapia, ya que en varias ocasiones no la han trasladado hasta el hospital. En total, son doce los presos políticos vascos que se encuentran enfermos, para quienes el organismo antirrepresivo volvió a reclamar la excarcelación inmediata.

Para denunciar la situación de Figeroa, se ha convocado para esta tarde una concentración a las 20.00 en Algorta.