El Consejo de Administración de la Real trabaja desde hace tiempo en dos frentes que le permitirían cerrar en breve dos ingresos importantes con los que cubrir buena parte de los nueve millones que restan por concretar en el presupuesto de ingresos para este ejercicio.

El presupuesto que será sometido el día 30 a la aprobación de los accionistas asciende a 24,8 millones de euros y para cubrirlo el Consejo incluyó 12,8 de ingresos extraordinarios. De ellos 1,8 están asegurados por la ayuda que la LFP da a los equipos que descienden, casi dos por el traspaso de Garrido al Manchester City y son necesarios algo más de nueve para cubrir el resto del presupuesto.

La vía más factible es la de la venta de terrenos de Zubieta. Hay varias parcelas, una de ellas ya vendida por el Consejo de Astiazaran poco antes de dejar el cargo, susceptibles de generar ingresos para incluir en el presupuesto, ya que incluso aquella partida fue eliminada por el presidido por Miguel Fuentes y está pendiente de ser contabilizada. Además de esos terrenos hay otros que en su día Odón Elorza aseguró que tenían un valor de doce millones de euros, aunque ahora no cabe esperar semejantes ingresos.

Además, la venta de la denominada «L de Zubieta», la que engloba los campos Z-2 y Z-3 existentes antes de la construcción de los nuevos, es una fórmula de generar ingresos y de paso reducir los gastos futuros al suponer el mantenimiento de dos campos de hierba menos.

El Consejo mantiene conversaciones con el ayuntamiento de Donostia para concretarse la recalificación de alguno de estos terrenos y su venta y ésta sería una salida que permita ingresar una cantidad importante. Hay otra vía abierta y además está pendiente de resolución el recurso presentado al Supremo para cobrar más de cinco millones por el caso Zubiaurre. La nueva directiva del Athletic ha manifestado su voluntad de negociar con la de la Real y es posible que, vía negociación o sentencia del Supremo, aumenten los cinco millones contabilizados como ingresos en el resultado del pasado ejercicio.

Podría aguantarse otro año

Por tanto la situación de la Real es preocupante, pero no tanto como para que cunda la desesperación que rodea al club para entregar la sociedad a un grupo que no ofrece garantías de viabilidad. La estructura del club es insostenible en Segunda a medio plazo, pero desde dentro se entiende que se aguantaría otro año más sin necesidad de recurrir a medidas extraordinarias.

La deuda de 18,6 millones manifestada por el Consejo es ridícula, por ejemplo, al lado de los 50 que reconoce el próximo visitante de Anoeta, el Celta. La deuda de la Real con Kutxa no llega a los cinco millones de euros y casi un 20% lo representa la hipoteca por el local de la calle Txurruka. La de Hacienda suponen 5,6 millones que han sido negociados para pagarlos en diez años, este ejercicio corresponde abonar 654.000. La base imponible pendiente de compensar por el impuesto sobre sociedades asciende a 7.867.124.

Es decir, la deuda es con dos instituciones que no van a poner en peligro el funcionamiento de la Real. El problema es tener liquidez en un ejercicio en el que los ingresos son menores que los gastos, pero por ahora parece que la tesorería de la Real puede asumir sus compromisos. La duda estriba en lo que pueda pasar la próxima campaña, por eso todas las energías deberían centrarse en ascender este año y para ese objetivo la clave no está en lo que puedan aportar los chinos, sino en el rendimiento de la plantilla actual, que aún no ha demostrado ser mejor que las que están por delante, pero tampoco ser peor y puede y debe mejorar mucho.