La consejera de transportes del Gobierno de Lakua, Nuria López de Gereñu, se ha trasladado a Alemania para «estudiar» el sistema ferroviario alemán, país que tiene la mayor red de trenes de Europa.

Si tenemos en consideración que la postura del Gobierno de Ibarretxe en este tema tiene como punto de partida la posición «innegociable» de ejecutar el trazado del TAV a toda costa, parece poco probable que el objetivo del viaje pueda llevarse a cabo. «Estudiar» implica, por definición, analizar críticamente los pros y los contras del ejemplo sobre el que ponemos nuestra mirada. Es cierto que, con sus defectos y sus virtudes, el caso alemán es un ejemplo a considerar en relación al transporte. En Alemania es posible desplazarse en tren por todo el país a precios razonables sin que ello haya supuesto una merma total en otros servicios. El tren es un elemento más dentro de un sistema del que hay que estudiar la fiscalidad, la educación y la sanidad, las ayudas sociales...

Sin embargo, el objetivo del viaje de la consejera, como el del resto de campañas desarrolladas hasta el momento, no consiste en estudiar ese ejemplo, sino en utilizarlo para potenciar su discurso en favor del TAV. Más le valdría al Gobierno de Lakua mirar a Alemania como modelo -críticamente, por supuesto- en vez de utilizarlo como vulgar argumento.