El juicio contra el independentista corso Yvan Colonna, a quien se le acusa de la muerte del prefecto Claude Erignac en 1998, comenzó ayer en París. Está previsto que este juicio se prolongue durante un mes.

Colonna ha negado siempre categóricamente su participación en la muerte de Erignac y los colectivos corsos de solidaridad han reunido más de 33.000 firmas en la isla reclamando su inocencia y denunciando que se trata de «un rehén del Estado francés».

La Liga de los Derechos Humanos de Corsica, que apoya a Colonna, ha enviado a París a dos observadores, mientras que los abogados del pastor de Carghjese destacan que en las 125 toneladas del auto de procesamiento no existe ni una sola prueba que le incrimine.

Colonna fue detenido en 2000 en Ulmetu (Corsica) y encarcelado en Fleury-Mérogis tras ser acusado de la muerte de Erignac, permaneciendo un año en aislamiento total. Su padre y su madre tuvieron que esperar dos años para poder visitarle. En 2004 Pierre Alessandri reconoció que fue él quien disparó contra Erignac y que otros testigos le situaban en otro lugar de Corsica el día del atentado.

En 2005, el principal testigo de la muerte de Erignac no fue capaz de reconocer a Colonna como la persona que disparó al prefecto.

La incriminación de Colonna se produjo en un clima en el que el Estado francés, conmocionado por el primer atentado mortal contra un prefecto en Corsica, necesitaba encontrar rápidamente un culpable, hasta el punto de que el entonces ministro del Interior, Jean-Pierre Chevènement, responsabilizó directamente a Colonna de la muerte de Erignac, violando su derecho a la presunción de inocencia.