Padres de niños diabéticos reclaman en Nafarroa asistencia especializada
La Asociación Navarra de Diabéticos (ANADI) ha solicitado a las instituciones públicas y a los responsables sanitarios que faciliten una asistencia especializada para los niños y adolescentes diabéticos, que en Nafarroa son unos 150, así como apoyo para sus familias.
Iñaki VIGOR |
«La adaptación del niño diabético en el ámbito escolar y social requiere de asistencia sanitaria especializada, apoyo social, si-cológico y económico para los niños y para sus familias». Así lo manifestó Juantxo Remón, presidente de ANADI, durante una rueda de prensa ofrecida ayer con motivo del Día Mundial de la Diabetes, que se celebra mañana.
La edición de este año está centrada en las necesidades especiales de los niños y adolescentes con diabetes. En este sentido, el presidente de ANADI quiso llamar la atención de la sociedad, y en especial de las instituciones públicas y de los responsables sanitarios, sobre las dificultades de convivir con esta patología cuando quienes la sufren son niños que no pueden valerse por sí mismos.
Juantxo Remón destacó la importancia de «promover la independencia, igualdad y autosuficiencia de todas las personas con diabetes», pero de forma especial en el caso de los niños y adolescentes, cuyo cuidado, destacó, es «fundamentalmente diferente y más complejo que el de los adultos».
Esos objetivos ya se recogían en la Declaración de St. Vincent, de 1989, que establecía la necesidad de que el cuidado de niños diabéticos esté al cargo de personas y equipos especializados y que los propios niños y sus familias tengan el apoyo social, economómico y sicológico necesario.
A pesar del tiempo transcurrido, ANADI ha observado «escasos avances» en esa línea. «Es el momento adecuado para que las diversas asociaciones de diabetes exijan al unísono que los niños puedan vivir en un entorno saludable que promueva la salud, que pueda tener acceso a la detección precoz de la diabetes y a un sistema sanitario con suficientes recursos y experiencia», señaló Juantxo Remón.
150 casos en Nafarroa
En la rueda de prensa también compareció Mirentxu Oiarzabal, jefa de la Unidad de Endocrinología y Diabetes Pediátrica del Hospital Virgen del Camino de Iruñea. Junto a su equipo y un grupo de padres con hijos diabéticos, Oiarzabal impulsó en 1983 la Asociación de Padres de Diabéticos Infanto-Juveniles de Nafarroa, una asociación que ha ido creciendo y evolucionando hasta convertirse en ANADI en el año 2004. En la actualidad cuenta con 450 s0cios, todos ellos con diabetes, y calculan que en Nafarroa hay unas 150 personas menores de 18 años que padecen esta patología.
Mirentxu Oiarzabal recordó que hoy en día la diabetes no tiene cura, al menos en la fase en que el páncreas ya está dañado y es incapaz de producir la insulina que el cuerpo necesita, pero se mostró esperanzada en que en un futuro próximo sí tenga solución médica.
También recordó que la diabetes es la enfermedad «más importante» de la edad pediátrica, y aportó datos que demuestran su progresivo aumento en los últimos años. Así, en 1975 la incidencia de la diabetes era de cinco jóvenes menores de 17 años por cada 100.000 habitantes, mientras que en 1991 había ascendido a quince.
El grupo más numeroso que padece esta enfermedad es el comprendido entre 10 y 14 años de edad, pero el que más problemas genera a los padres es el de menores de 5 años, tanto en cuestión de alimentación como de ajuste de las dosis de insulina que hay que administrarles.
Un dato significativo es que en los países empobrecidos mueren todos los niños diabéticos por falta de atención.
«Con un niño diabético no puedes relajarte. Desde que se levantan, hay que realizarles cuatro análisis de glucemia a lo largo del día mediante pinchazos en el dedo, tienes que controlar las raciones de alimento que tienen que comer; pero como pasan muchas horas fuera de casa, no lo puedes controlar todo. Con los pequeños, cada día es un mundo». Así lo expresaba Estela Leoz, que expuso su experiencia personal en la rueda de prensa ofrecida por ANADI.
Mirentxu Oiarzabal añadió que la diabetes es «una enfermedad muy traicionera, porque aunque el niño parece perfectamente sano, las complicaciones, como la ceguera, vienen a la larga».
Según diversos estudios, en torno a la mitad de la población desconoce que padece diabetes. El Día Mundial de la Diabetes, que se celebra mañana, está dedicado de forma especial a los niños y adolescentes.