Salva Iriarte declaró ayer que «las circunstancias no son las más favorables y, a pesar de esto y de que hemos cambiado doce jugadores y han entrado dos y un entrenador nuevo, en la jornada doce jugando mejor, peor o mal estamos a cinco puntos del ascenso. Hay que pedir calma y tranquilidad y sigo teniendo plena confianza en que este equipo puede pelear por subir este año».

Añadió que «el equipo no voy a negar que tenga sus limitaciones, pero rinde muy por debajo de sus posibilidades porque las circunstancias no son las mejores. No está jugando bien, está a la vista, pero sé que estos jugadores rinden al 50% de lo que pueden y hay que dar la vuelta a esta situación. Si en la jornada doce estamos a cinco puntos del ascenso y no jugamos todo lo bien que queremos, a nada que mejoremos tenemos una plantilla para estar arriba y el objetivo es llegar a las diez últimas jornadas estando a tiro».

Para demostrar que lo que rodea al equipo influye negativamente, señaló que «fuera sólo hemos perdido en Soria y en el último minuto. Donde no rendimos es en casa y tiene que ver con que las circunstancias no son las mejores. Se palpa una tensión y una presión que el jugador la siente y eso es inevitable. De Ferrol me vine con mal cuerpo, pero de Alicante volví contento y esperanzado pensando que si seguimos en esa línea vamos a ir para arriba. Ante el Celta el primer minuto fue lo mejor del partido, hicimos bastantes cosas muy interesantes y luego ante la adversidad todo parece que se viene abajo».

Confianza pese al grave error

El director deportivo realista efectuó estas declaraciones tras reunirse con Chris Coleman y María de la Peña para analizar la salida nocturna del jueves del técnico galés, que le llevó a acudir con hora y media de retraso a su rueda de prensa del viernes y a mentir sobre las causas del mismo. Iriarte explicó que «nos ha pedido disculpas y se le ha abierto un expediente informativo. Tiene un plazo de diez días y luego el Consejo decidirá».

Negó que este incidente, que acabará en una sanción económica, suponga una merma en su confianza en el técnico: «Este tipo de cosas no nos gusta a nadie. Ha mostrado sus disculpas, todos somos personas y alguna vez echamos un borrón y veremos qué decide el Consejo en su momento. Pero en el aspecto deportivo tengo plena confianza en él y estoy contento con lo que está haciendo».

Prueba de ello es que piensa reunirse mañana con él para analizar la situación de la plantilla y para estudiar los movimientos que deben hacerse en el mercado de invierno y en el resto del año. Con Vaughan el club se ha marcado un plazo de tres semanas. Lleva una y media de tratamiento y, si la evolución no es positiva, pasará por el quirófano y en ese caso los técnicos tienen la intención de sustituirlo.

No piensa igual en el caso de la delantera, donde confía en que Skoubo se recupere. Además dijo que se buscó la cesión de Delibasic ante la posibilidad de no contar con el danés, al que «en cualquier caso lo veo mejor y más cerca de la recuperación».

Señaló que en el plazo de un mes quieren mantener una reunión con Xabi Prieto para realizarle una oferta mejor y que a partir de mañana se analizarán otras renovaciones «y la posibilidad de abordar algún fichaje o cesión. Veremos dónde podemos reforzarnos, quién debe continuar. Haremos un repaso completo a la plantilla para diciembre o final de temporada».

Demostró que trabaja al margen de todos los movimientos para propiciar un cambio en el Consejo, de los que dijo que «en esos temas ni entro ni salgo, pero creo que hay que hacer una valoración y un debate sereno y luego será lo que los accionistas decidan». Sí admitió que «este tipo de cosas no son buenas para el rendimiento, crean dudas».