Otra promesa inclumplida de nuestros gobernantes... las aves rapaces siguen sin tener nada que comer a pocos días de entrar en la época de crianza, porque la Diputación sigue sin reabrir el muladar que prometió a bombo y platillo. ¿Y para qué lo prometió? Simplemente para que se paralicen las recogidas de firmas y las críticas hacia su mala gestión de aves protegidas y así salir del paso. Recuerdo que mientras algunos buitres comen en su casa marisco calentito, otros buitres (estos sí, alados) pasan hambruna y mueren por ello en los fríos montes de toda Euskal Herria.