Olmert trata de vestirse con piel de cordero para la cita de Annapolis
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, anunció ayer que liberará a 450 presos políticos palestinos (de un total de 11.000) y que no construirá más asentamientos en Cisjordania. Con estas medidas, más propagandísticas que efectivas, Olmert pretende mejorar su imagen de cara a la conferencia de Annapolis, que se celebrará a finales de mes en EEUU a iniciativa de George Bush.
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El Gobierno israelí trató ayer de mejorar su imagen de cara a la cumbre de Annapolis, que el presidente de EEUU, George Bush, ha organizado para finales de este mes. De este modo, tras la reunión del Consejo de Ministros celebrada ayer, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, anunció que liberarán a 450 presos políticos palestinos y que no construirá más asentamientos en Cisjordania.
En cualquier caso, este anuncio se produce menos de una semana después de que el propio Ehud Olmert presentara como condición indispensable para negociar que la Autoridad Palestina acepte el carácter judío del Estado de Israel.
Según la emisora Israel News, tres ministros del partido ultrarreligioso Shas (sefardí y mizrahí), dos del ultraderechista Yisrael Beitanu (inmigrantes rusos) y el jefe del Departamento de Transportes, Shaul Mofaz (Kadima, el partido de Olmert), votaron en contra de estas medidas. El opositor Likud también se manifestó en contra de la liberación de presos palestinos.
Asimismo, Olmert, pese a que presentó estas medidas como un gesto hacia el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, dejó muy claro que lo decidido ayer por el Gobierno israelí no supone una congelación en la expansión de las colonias que ya existen en Cisjordania. El único compromiso que se adoptó ayer fue que no impulsarán la construcción de nuevas colonias.
«Seamos claros, nos comprometimos a través de la Hoja de Ruta [elaborada por el Cuarteto formado por EEUU, Rusia, la UE y la ONU] a no construir ningún nuevo asentamiento y no construiremos ninguno», aseguró Olmert en la reunión de su gobierno, según explicó su portavoz, Miri Eisin. Por tanto, Olmert no ha dado un paso más allá de lo que acordó el Cuarteto.
Eisin fue claro al señalar que «nunca ahogaremos las colonias existentes». Es decir, que no rechazan la ampliación de las actuales colonias sionistas en Cisjordania.
Por lo que se refiere a la liberación de presos políticos, Olmert anunció que saldrán de las cárceles israelíes 450 prisioneros de los 11.000 que actualmente se hallan en prisión, lo que supone un 4% del total. Esta cifra ha sido rechazada por los negociadores de la Autoridad Palestina.
El propio Abbas ha fijado en 2.000 el número de presos que deberían ser liberados, mientras que fuentes palestinas elevan a 7.000 los prisioneros que podrían ser puestos en libertad al cumplir los requisitos fijados por Israel. El portavoz de la Autoridad Palestina, Riyad al-Malki, calificó ayer de «insuficientes» estas liberaciones.
Por si acaso, Israel ya ha dejado claro que entre los 450 presos que liberará no habrá ninguno de Hamas. En las anteriores ocasiones en las que se liberó a presos políticos palestinos, quienes abandonaron las cárceles eran aquellos que tenían condenas pequeñas a punto de cumplir y que hubieran tenido que ser liberados en cualquier caso. Pese a ello, estas liberaciones se hicieron en medio de grandes despliegues mediáticos.
Un comité ministerial israelí será el encargado de decidir, unilateralmente, qué presos abandonarán la cárcel y quiénes permanecerán en ella.
Estas medidas fueron anunciadas por el Gobierno israelí horas antes de que Olmert y Abbas se reunieran para tratar de consensuar un documento previo con el que acudir a Annapolis, tal y como reclama el presidente de la Autoridad Palestina. Hoy está prevista otra reunión, aunque ayer se dieron «progresos», según Israel.
Muerto por el bloqueo en Gaza
Mientras las negociaciones se suceden, la situación de los palestinos no deja de empeorar. Nail al-Kurdi, de 20 años y residente en Gaza, falleció el fin de semana mientras esperaba el permiso del Shin Bet (el servicio de seguridad interna israelí) para cruzar el paso de Erez y recibir el tratamiento adecuado.
Al-Kurdi estaba tratando de cruzar el paso de Erez desde julio, según explicó Yohanna Lerman, abogada de Médicos por los Derechos Humanos, que recordó que otros siete palestinos se encuentran en una situación similar.
Lerman explicó que numerosos médicos declararon que al-Kurdi fallecería si no recibía un tratamiento que no se puede dispensar en Gaza debido a la precaria situación sanitaria que ha provocado el bloqueo.
A juicio de Michael Tarazi, asesor legal del departamento de negociaciones de la OLP entre 200 y 2004, «las negociaciones entre una parte muy fuerte como Israel y una muy débil como los palestinos no pueden desembocar en un resultado justo». En una entrevista publicada por «Diagonal», Tarazi compara la situación con la de «un niño que sufre abusos de su padre y le decimos `ve y negocia con tus padres'. No puede negociar, no tiene ningún poder, pero la comunidad internacional les dice lo mismo a los palestinos».
Preguntado por cuál es el objetivo de Israel en las negociaciones, Tarazi responde que «tiene un objetivo que no es la paz ni la seguridad, sino tomar cuanta más tierra sea posible con cuantos menos palestinos como sea posible. Es muy simple. Israel es un Estado judío. Nosotros no somos judíos. El Estado no nos quiere. Quiere tener una propiedad».
Junto a ello, Tarazi se muestra muy crítico con la Autoridad Palestina, que ha reconocido a Israel y ha reprimido a Hamas a la espera de compensaciones que no han llegado. «Son como aninales en el circo. Si les dicen que salten, saltarán y esperan ser recompensados. El problema es que no eres recompensado y que eres tratado como un animal de circo».
Tarazi critica también a la Autoridad Palestina por intentar reemplazar a la OLP, por lo que reclamó su disolución.«Sólo representa a los palestinos bajo la ocupación y se han convertido en la subcontrata de seguridad de Israel», destaca.
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